Sacerdotes de San Isidro (Buenos Aires) alertaron sobre la llegada al país de un grupo que bajo el nombre «Sagrada Familia» busca captar personas que luego llevan a España para «consagrarse a Dios» sirviendo en dicha comunidad, un modus operandi similar a una secta, con el que ya captaron al menos tres jóvenes de la zona norte del Gran Buenos Aires.
Los sacerdotes de la Diócesis de San Isidro consideraron como «altamente peligroso» el accionar de la «Asociación Privada de Fieles», más conocida como «Comunidad Sagrada Familia», a quien acusaron de no contar con autorización «para realizar tareas apostólicas» en ese territorio y de tener «un método de acción similar al de las sectas».
«Atraen a los candidatos invitándolos a animados encuentros de oración, que incluyen la imposición de manos. Luego los van aislando de sus familias, amigos y de cualquier vínculo que tengan. Dicha comunidad se transforma en su familia y ya no escuchan a nadie que quiera alejarlos de ella», precisaron los religiosos en un comunicado.
«Los llevan a cambiar sus costumbres, dejar noviazgos, tratamientos psicológicos, prácticas deportivas, fiestas y cualquier cosa que pueda distraerlos o hacerlos pensar.
Finalmente, los convencen de que deben viajar a España para «consagrarse a Dios» en dicha comunidad y les pagan el pasaje», agregaron.
En diálogo con el Diario Popular, el fundador de la Red de Ayuda a Víctimas Libre Mentes, manifestó la importancia de tener cuidado con las organizaciones coercitivas: «Muchas funcionan bajo este tipo de camuflaje y están vinculadas a delitos graves como narcotráfico, trata de personas y hasta sacrificios. Utilizan la fachada de culto para vulnerar derechos humanos, del niño y hasta de animales».
«En otros casos captan a los jóvenes, los separan de su familia y los esclavizan. Los encierran en habitaciones y los matan de hambre. Los explotan laboralmente y los utilizan para captar nuevas víctimas. Hay reducción a la servidumbre y a la esclavitud, pero nadie los controla», agregó el especialista.
Salum lamentó «el desamparo y la complicidad que existe desde el Estado y que le da legalidad a organizaciones de este estilo» y por eso exigió la inmediata creación de una ley que regule a los diferentes cultos.
«En nuestro país hay una ley obsoleta y ahora el gobierno piensa sancionar una que permitiría que cualquier organización criminal que se inscriba como culto tenga derechos e impunidad asegurada. Si la víctima es mayor de edad, como en estos casos, nadie actúa porque no existe la figura de «coerción psicológica», que es el punto principal de la ley que pedimos», resaltó.
«Es como si el secuestro no estuviera tipificado como un delito y te arrancan a tus familiares de la vía pública, se los llevan y no los devuelven. Las sectas hacen esto, pero mentalmente, con fachadas y fines siniestros», graficó.
Si bien aclaró que «no hay que estar en contra de las creencias, porque cualquier persona tiene derecho a creer en lo que quiera», explicó que «eso se puede mientras que no haya una tercera persona que vulnere tus derechos o te saque tus dineros con fines que no corresponden».
«En el país hay miles de organizaciones que funcionan como culto y por lo menos el 75% son coercitivas. Algunas con delitos peligrosos de por medio y otras con fraudes económicos, como pedir el diezmo y que no sea para un fin social, sino para que el fundador se compre una mansión o una 4×4», argumentó Salum.
Acerca del desarrollo de esta norma, detalló: «Se necesita una ley integral que regule que los supuestos cultos se inscriban, tengan controles fiscales y que los niños tengan que estar autorizados por sus padres para participar. Hoy algunas organizaciones anteponen sus reglas sobre las leyes democráticas».
Asimismo, el especialista destacó: «Queremos que se les dé la posibilidad a todos los movimientos a inscribirse de cero. Desde allí, a las tres denuncias comprobadas por la Justicia, proponemos que se les pueda quitar la personería y desintegrar la organización criminal».
«No es una persecución, diciendo «tal movimiento es una secta y metan a todos presos». Queremos que las víctimas tengan un lugar donde ser recibidas y puedan darle un inicio legal que investigue y, si se llega a comprobar que hay violación de derechos, el Estado meta preso al líder o a los que correspondan», concluyó.
«La diferencia entre una religión y este tipo de organizaciones es que en una se respetan las libertades individuales y en las otras no», sentenció Salum sobre el comportamiento sectario.
«Hay muchas organizaciones que utilizan fachadas de distintas religiones. Así como esta el Estado Islámico, tenés otras de tipo cristianas que se camuflan detrás de todo lo cristiano y no pertenecen de forma directa a la Iglesia Católica. Por eso es que lo habrá advertido la Iglesia», reveló.
Al respecto, desde la Diócesis de San Isidro expresaron: «Conviene recordar que la auténtica vocación religiosa es una respuesta libre al llamado de Dios, pero en este caso eliminan la voluntad libre de los jóvenes, los someten a la voluntad del «guía espiritual» y los direccionan hacia dicha «Comunidad».».
«Esto es claramente contrario al obrar de Dios y de la Iglesia, razón por la cual nuestro Obispo les prohibió toda actividad», apuntaron.
«Por todo ello, creemos que este es un grupo altamente peligroso y recomendamos que se alejen de él. En especial advertimos a los jóvenes y a sus familias que no se dejen atrapar»
Fuente: Noticias Argentinas