El sobrino de uno de los líderes de la banda de narcotraficantes que traficaba marihuana en la localidad correntina de Itatí, cuyo ex intendente, su vice y comisario están detenidos desde marzo último, fue apresado ayer en la capital de esa provincia.
Según informaron el Ministerio de Seguridad de la Nación y fuentes judiciales, se trata de Ezequiel “Chuky” Saucedo (de 21 años), a quien efectivos de la Prefectura Naval encontraron tras allanar un domicilio ubicado en Salta al 1400 de Corrientes. Según la causa que instruye el juez federal porteño Sergio Torres, Chuky y su padre Cirilo eran parte de la logística de la banda y su contacto con Rosario, uno de los siete distritos donde la organización operaba a través de la banda de los Monos.
Durante el operativo donde se detuvo a Chucky se decomisaron además 12 teléfonos celulares, formularios 08, registros de conducir apócrifos y boletos de compra venta de vehículos que pueden ser de interés para la investigación, dijeron voceros del caso.
Además, la Prefectura halló horas más tarde un Volkswagen Bora que tenía pedido de secuestro y durante la requisa del rodado se halló un arma calibre 9 milímetros, un televisor, una caja de municiones y llaves de una caja fuerte.
El operativo fue ordenado por el juez federal 2 de Corrientes, Juan Carlos Vallejos, a pedido de su colega porteño Torres, quien había ordenado la captura internacional de Saucedo por considerarlo cómplice de la banda y debido a sus vínculos familiares con otros integrantes de la red. Chuky es sobrino de Luis “Gordo” Saucedo (de 36, empleado municipal y también conocido como Lucho), uno de los líderes de la banda y prófugo de la Justicia, quien de acuerdo a algunas declaraciones que constan en la causa estaba en pareja con una integrante de Prefectura.
Una imputada señaló que Chucky y su padre, Cirilo Saucedo (44), tenían un camión con acoplado que hacía fletes y que podría haber sido utilizado para el transporte de droga.
En una escucha, por ejemplo, uno de los presuntos integrantes de la organización mantiene una conversación con Chuky en la que le dice que “el Gordo quiere que le lleve cincuenta”, en supuesta alusión a la droga.
Según consta en la causa, Cirilo vivió dos años en el barrio Cabín 9, cerca de la subcomisaría 18ª, donde quedaba estacionado el camión que la banda usaba para trasladar marihuana hasta Rosario. Según evaluó en agosto pasado la Cámara de Casación al confirmar los 20 procesamientos dictados por Torres, los Monos eran una de las tres patas de la organización, que también operaba en Buenos Aires, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Mendoza y Chaco y la Capital Federal.
Según voceros federales tres de los vehículos incautados en febrero en Itatí, tras el procedimiento que mandó presos a la hija y al yerno del intendente, Roger Terán, se compraron en Rosario. En esta causa figura que hay nexos entre Cirilo (aún prófugo) y Walter Jure, vinculado con los Monos y quien cayó preso en 2015 como líder de una banda que importaba cocaína desde Bolivia con la venia de policías.
En el marco de la causa, un arrepentido afirmó que Cristian Aquino, hermano del viceintendente –Fabio, quien había caído pocos días después que la hija y el yerno del intendente– “se encarga de hacer los viajes a Buenos Aires, Rosario, Santa Fe”.