El triunfo de Cambiemos en la provincia de Santa Fe y la ciudad de Rosario no sorprendió si se tiene en cuenta el resultado de las Paso. La ola amarilla es un fenómeno que arrasó en todo el país y consolidó al presidente Mauricio Macri. El Ciudadano recogió testimonios de distintos referentes políticos, gremiales y académicos de la ciudad que explican el fuerte apoyo que recibió la gestión nacional. Sólo las 12 intendencias que se disputaban en Santa Fe quedaron afuera de esta fiebre amarilla, mientras que en las elecciones a concejal hubo triunfos del Frente Progresista en dos de las ciudades que siguen a Rosario en cantidad de habitantes: Santa Fe capital y Villa Gobernador Gálvez.
Luciano Laspina fue uno de los cinco diputados nacionales electos por Santa Fe de Cambiemos (también accedieron al Congreso Albor Cantard, Lucila Lehmann, Gisela Scaglia y Gonzalo del Cerro) y renovará su banca. “El triunfo fue un apoyo a una forma de gobernar”, lanzó el legislador.
Además, destacó la forma de trabajo de Macri: “Es un presidente que no cree en la idea del mesías que nos viene a salvar, sino que es un trabajador más con una enorme responsabilidad. Esa horizontalidad democrática despojada de relato y politiquería es lo que la gente buscaba y nuestro espacio es el que mejor lo interpreta en este momento. Aunque quizás en el futuro sean otros”.
El decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, señaló que “claramente el ganador de las elecciones es el presidente” Macri.
El politólogo adjudicó el triunfo de Cambiemos a “la estrategia de polarización con el pasado”. Consideró que la grieta entre Macri y Cristina Kirchner fue “la clave de la elección” y el gobierno tuvo éxito “circunscribiendo el debate al pasado, más que al presente”.
En el mismo sentido opinó el consultor político y docente Lucio Guberman: “El gobierno sintetiza convenientemente la polarización entre pasado y futuro”.
Guberman consideró que la cuestión económica no fue un factor demasiado determinante en la elección: “La gente tiene la percepción de que es un gobierno que está empezando. La economía todavía no define la situación, ni para bien ni para mal. Por eso una primera minoría de argentinos piensa que Macri tiene que desarrollar su plan, sin que esté muy claro todavía cual es”.
El concejal peronista de Rosario Eduardo Toniolli también le restó peso a la realidad económica: “Evidentemente hay un gobierno que a pesar de sus políticas desfavorables para una parte importantísima de la población, todavía recoge adhesiones en ese sector”.
Además, realizó una autocrítica, señalando que la dirigencia opositora debe “mirar hacia adentro y ver que se hizo mal para luego corregir el rumbo; pero nunca responzabilizar al electorado”.
Antonio Ratner, secretario general del gremio de Municipales de Rosario e identificado con el peronismo, también reconoció la necesidad de una autocrítica: “Tenemos que ver en qué nos equivocamos. Falta militancia e informar a los trabajadores cuales son las consecuencias de la reforma laboral y previsional que planea el gobierno”. Sin embargo, Ratner no cree que en Santa Fe se haya dado un triunfo de Cambiemos: “Las fuerzas opositoras sacaron un 60%”.
Para Carlos del Frade, quien fue candidato a diputado nacional por el Frente Social y Popular, pero no le alcanzó para ingresar al Congreso, la victoria de Cambiemos responde a dos ejes. El primero es que “la gente defiende la ilusión del voto de 2015” y el segundo es que “elige el relato del combate a la corrupción del kirchnerismo sin ver el presente”.
FRANCO BARTOLACCI
El resultado era previsible en relación a las Paso. Lo que causó sorpresa fue la magnitud del triunfo de Cambiemos; claramente el ganador es el presidente Macri. La estratega de la polarización con el pasado también es parte de la justificación del resultado de la elección. El gobierno tuvo éxito en su estrategia de cincuscribir el debate al pasado más que al presente. En la provincia de Santa Fe y en Rosario conjugaron dos fenómenos. Por un lado la polarización nacional y por el otro el desgaste del ciclo político del socialismo. Hay una consolidación del oficialismo nacional y hubo líderes que propusieron una estrategia frentista para contrarrestarlo. Habrá que ver si eso es posible.
LUCIANO LASPINA
El triunfo fue un apoyo a una forma de gobernar. Es una concepción distinta de la gestión. El presidente no es un mesías que nos va a salvar, sino un trabajador más que tiene a su cargo una enorme responsabilidad, pero que no está por encima de los ciudadanos, sino a la par. Esa horizontalidad democrática despojada de relato y politiquería es lo que la gente buscaba y nuestro espacio es el que mejor lo interpreta en este momento, aunque quizás en el futuro sean otros. La gran fortaleza de este cambio es que lo decidió la sociedad, no un presidente.
LUCIO GUBERMAN
La gente tiene la percepción de que es un gobierno que está empezando. La economía todavía no define la situación, ni para bien ni para mal. Cuando la economía no define, lo hace la interpretación del momento político. Una primera minoría de argentinos piensa que este gobierno tiene que desarrollar su plan, sin que esté muy claro todavía cual es. La oposición kirchnerista plantea que el plan es de ajuste y políticas neoliberales, pero la gente no lo percibe de esa manera. Por eso le da un crédito frente a una polarización que el gobierno sintetiza convenientemente en pasado y futuro.
EDUARDO TONIOLLI
Hay un gobierno que a pesar de las políticas que desfavorecen a una parte importantísima de la población, todavía sigue recogiendo adhesiones en ese sector. Lo peor que podemos hacer los dirigentes políticos opositores es responsabilizar al electorado. En todo caso tenemos que mirar hacia adentro y ver que se hizo mal, para corregir el rumbo. Hoy el poder real se hizo del poder político y tiene inversiones diversas, entre ellas medios de comunicación que tienen un rol de acompañamiento a Cambiemos. Igualmente eso no es todo, porque si bien Cambiemos ganó, no es mayoría, por una enorme dispersión de la oposición.
CARLOS DEL FRADE
La gente defiende la ilusión del voto de 2015 y al mismo tiempo elige el relato del combate a la corrupción del kirchnerismo sin ver el presente. Desde los 90 en adelante, los medios hegemónicos generan respuestas políticas de acuerdo a sus intereses. Soy de la idea de que hay que conformar un frente transformador en la Argentina donde cada uno pueda aportar desde sus experiencias los mejores matices posibles.
ANTONIO RATNER
No creo que haya ganado Cambiemos en Santa Fe, porque las fuerzas opositoras sacaron un 60%. Necesitamos hacer una autocrítica para ver en qué nos equivocamos. Falta militancia para informar sobre las consecuencias de una reforma previsional y laboral. Hay que trasladar nuestras preocupaciones a los trabajadores y lograr una dirección que nos lleve a mejorar la calidad de vida. Santa Fe necesita de un frente amplio en el que participen todos los sectores que tienen los mismos objetivos. Tenemos que trabajar sobre nuestras coincidencias y no sobre lo que nos separa.