Los médicos residentes del hospital Eva Perón denunciaron un ataque a la “bioseguridad” laboral dentro de la sala donde descansan. Como consecuencia del hecho, una profesional se pinchó.
Una médica residente de primer año, sufrió un accidente punzante con el mandril de un abbocath (aguja para realizar vía venosa periférica) con restos de sangre en su interior, al introducir la mano en su cartuchera de uso personal, la cual se encontraba dentro de la sala de médicos. Dicho elemento punzante ensangrentado no fue guardado en su cartuchera por la médica perjudicada ya que nadie que conozca sobre normas de bioseguridad guardaría un elemento que conlleva, en esas condiciones, peligros para la salud.
Se procedió a realizar la denuncia correspondiente a la ART y a iniciar tratamiento profiláctico para VIH, el cual deberá realizar durante 28 días, con los posibles efectos adversos que presenta el mismo y los controles de sangre periódicos hasta un año después del episodio.
El segundo hecho, en el mismo día, fue la aparición de un abbocath, también con restos de sangre visibles, colocado sobre una de las camas en la habitación de descanso de los Médicos Residentes. Esta habitación no tiene acceso al público ya que su puerta sólo abre desde afuera mediante llave.
Hay que aclarar que estos elementos aparecieron en los dos sitios en cuestión sin mediar personal médico de este servicio, debido a que no son insumos utilizados en la práctica cotidiana del personal médico. Por lo que consideramos una clara amenaza a nuestra salud de forma intencionada, sin poder establecer aún él o los responsables.
Desde AMRA exigen que se extremen las medidas de seguridad a los fines de evitar este tipo de incidentes y exhortamos a las autoridades a que pongan en práctica los protocolos correspondientes para investigar dicha situación.