Sonaron las 23 campanadas del sábado y esa fue la señal que marcó el comienzo del concierto más esperado de la primer jornada del festival más importante de la música argentina, hablamos del Personal Fest. Esa fue la señal para que las más de 25 mil personas que deambulaban por el inmenso predio del Club Ciudad de Buenos Aires se reunieran frente al “Escenario Personal” (el más imponente en su estructura) ante los primeros acordes de “You and Your Heart” recordado tema del disco To The Sea (2010) del cantautor estadounidense Jack Johnson.
En un clima marcado por las músicas acústicas -la protagonista fue la guitarra- el público se enamoró con la voz y el magnetismo de un artista que seduce con toda su humanidad pasando las historias que canta a través de su propia voz.
“Los quiero mucho”, le expresó Johnson a su público en reiteradas oportunidades en un castellano bastante rústico pero lleno de agradecimiento. Con ese espíritu de honestidad artística regaló un concierto de poco más de hora y media que bien podría ser propio de un coliseo con butacas por el carácter intimista que se le imprimió. No importó la ausencia de butacas que algunos reclamaban cuando las doce campanadas marcaban el nuevo día y el cansancio de una maratónica jornada de fiesta musical pegaba en las piernas.
Las melodías, bañadas y alumbradas por la Luna, las estrellas y los continuos aterrizajes de aviones en Aeroparque (cercano al predio), marcaban un clima soñado en el cierre de una jornada musicalizada por las expresiones, géneros y ritmos más diversos.
Paramore, la banda liderada por la princesa Hayley Williams, había dejado a todos con la adrenalina por las nubes con un poderoso recital de pop punk y rock altenativo. Jack Johnson propuso un cambio de sintonía y marcha. El público acompañó ese volantazo que ahora (nos) volvía más instrospectivo con canciones reflexivas sobre el amor, el presente, la ecología y la libertad.
“Sitting, Waiting, Wishing”, “Flake”, “The Horizon has been defeated”, “My mind is for sale”, “Tomorrow morning”, “Wasting time”, fueron algunos de los temas de Johnson más cantados a capela por ese público diverso en edades en un concierto de poco más de 90 minutos que dejó a todos contentos. La combinación de acompañamiento y silencio respetuoso de un público atento a los climas, logró que el concierto se viviera como un espectáculo integral.
El cantautor sabe manejar los climas y tiene un repertorio tan heterogéneo que en minutos puede dar vuelta una historia gris y trasnformar ese día nublado incorporándole el color de esos mares de aguas turquesas donde doma las olas en su faceta de surfista. “Upside Down” y “Belle”, le pusieron brío al comienzo de la última parte con un lucimiento especial del acordeonista que pasó al primer plano del escenario, en la misma línea de propio cantante. La gente volvió a aplaudir para reconocer ese gesto musical.
Llegaron los esperados “Banana Pancakes”, “Short reverse”, “If I had eyes”, “Foxy Lady” (perteneciente a The Jimi Hendrix Experience) y “Good People” con una banda sonando al frente, potente, contundente, en el momento más folck-rock de la noche.
Llegó el esperado “At or with me” con el que cerró la noche. “Muchas gracias”, volvió a decirle a su gente antes de abandonar el escenario. Pero la ovación de ese público fiel logró que el clásico y tan ansiado “bis” se hiciera realidad por partida cuádruple: “Do you remember”, “Times like these”, “Angel” para despedirse definitivamente de Argentina con el esperado hits “Better Together” en una versión aún más folck y acústica que la original.
