Tres amigas salieron de un boliche rumbo a sus casas. Por seguridad decidieron buscar un taxi. Pensaron que la mejor opción era ir hasta una estación de servicio donde usualmente hay autos de alquiler. Se acercaron a un coche y preguntaron si era un remís. El hombre asintió y subieron. Dos de las chicas se bajaron primero. La última sufrió un ataque feroz en un descampado. La chica logró zafar del agresor y correr hasta un automovilista que la auxilió. Este hombre, rápido de reflejos, llevó a la chica hasta la Comisaría de la Mujer. Cuando la joven pudo brindar algunos datos del agresor y del coche, la Policía de Investigaciones salió a buscarlo y logró detener al sospechoso. Este miércoles, Fiscalía lo imputó por abuso sexual con acceso carnal en concurso real con privación ilegítima de la libertad y lesiones. El juez José Luis Suárez dispuso la prisión preventiva por el plazo de ley –es decir, dos años – para el albañil de 32 años.
Una noche de amigas, esa era la idea. Salir a bailar, divertirse, aunque sin perder de vista la seguridad. Un tema que las mujeres tenemos innato. Cuidarnos, pensar cómo movernos en la noche para pasarla bien y volver sanas y salvas a casa. El trio de chicas decidió pasar el rato en un boliche en Córdoba al 3500. Las amigas salieron de Maus la madrugada del domingo y buscaron un auto de alquiler para volverse juntas.
Fueron hasta la estación de servicio de Córdoba y Avellaneda, donde suele haber autos de alquiler. Había un hombre en un Fiat Palio blanco. Las chicas pensaron que podía ser un remís, quizá de esos que no son legales pero son más baratos. Le preguntaron al conductor, que asintió. Las chicas subieron creyendo en las palabras del supuesto remisero.
Dos de las amigas se bajaron juntas, en zona oeste. La otra joven, de sólo 18 años, siguió un poco más al sur, hasta su casa. O eso pensó: el conductor empezó a desviarse del camino. La chica le preguntó, lo cuestionó, pero el conductor siguió su marcha; le pidió que parara pero nada. Cuando llegó a la altura de un descampado en Uriburu y Circunvalación paró el auto y se tiró sobre la víctima. La chica reaccionó, se defendió con todas sus fuerzas pero no logró parar el abuso y los golpes para reducirla. En un descuido la joven logró salir del auto y correr hacia otro automovilista. Sin ropa, ensangrentada, la chica fue asistida por el hombre, que enseguida la llevó hasta la Comisaría de la Mujer.
Detrás del abusador
Shockeada, la joven fue asistida. Una vez que logró estabilizarse pudo brindar datos del agresor, sus características físicas y la descripción del auto, que tenía algunas particularidades que ayudaron a localizarlo. La fiscal Nora Marull, a cargo de la investigación, pidió que la Policía de Investigaciones se aboque al rastreo. De inmediato, la PDI se largó a la calle y tras efectuar el recorrido que la joven contó, se focalizó en la zona oeste.
En Circunvalación y 27 de Febrero observaron un auto con características similares a las descriptas. Lo pararon para identificarlo. El conductor coincidía con las señas que dio la chica, incluso tenía el labio lastimado. Algunas preguntas que le hicieron terminaron de cerrar las sospechas sobre el hombre, que dijo ser albañil. Por orden de Marull terminó preso.
Este miércoles, la fiscal Carla Cerliani estuvo a cargo de imputar a Carlos Martín G. por abuso sexual con acceso carnal, privación ilegítima de la libertad y lesiones leves. El hombre estuvo asistido por el defensor Augusto De Giovanni. En cuanto a la prisión preventiva solicitada por Fiscalía, el juez José Luis Suárez dispuso el arresto preventivo por el término de ley. Si existen otras personas que hayan sufrido un ataque sexual en la misma zona o lugar que se presente en Fiscalía, pidió la fiscal Nora Marull y resaltó el trabajo de PDI en el caso.
