River, que busca un bálsamo para paliar la desilusión que le generó su caída en las semifinales de la Copa Libertadores, intentará retener el título de la Copa Argentina en la final que animará con un rival inédito en estas circunstancias como Atlético Tucumán, que se ilusiona con lograr la primera corona nacional de su historia. La pelota comenzará a rodar a las 19.15 en el estadio Islas Malvinas de Mendoza y con Fernando Rapallini en el pito.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo entró en una suerte de tobogán tras la eliminación ante Lanús en la Libertadores y sumó seis derrotas en sus últimos ocho partidos. Desde que perdió con Talleres (en ese encuentro alineó un equipo suplente) previo a la revancha con el Granate, después cayó en el Superclásico con Boca, Independiente, Newell’s y por último con Gimnasia. En ese lapso apenas logró una victoria ante Unión y otra ante Deportivo Morón (por la Copa Argentina), demasiado poco para un equipo que se había preparado para dominar el continente.
La baja en el rendimiento de la mayoría de los jugadores preocupó al DT, quien públicamente mostró su fastidio varias veces y apuntó a la obtención de esta Copa para ponerle fin a la mala racha y terminar el año con una sonrisa.
Para este partido, el Muñeco podrá contar con el mendocino Enzo Pérez, recuperado de un desgarro. El que sale es Matías Rossi, de floja actuación en La Plata el domingo pasado.
Atlético Tucumán, por su parte, viene de sacarle el invicto a Colón por la Superliga el lunes pasado con titulares, tras haber reservado a algunos de ellos en el partido adelantado frente a San Lorenzo, y Ricardo Zielinski repetirá el equipo que venció al Sabalero.
Con la confianza demostrada por sus jugadores en la previa del partido, irá por el primer título oficial en la historia del club, lo que marcaría junto a las dos clasificaciones consecutivas a la Libertadores los mayores logros de la institución tucumana.
El favorito es River, por la categoría de sus jugadores, aunque el Ruso Zielinski es un especialista en amargarlo, de hecho era el DT de Belgrano cuando lo mandó al descenso en 2011 en un partido histórico.
