Graciana Petrone (desde Buenos Aires)
Luis Contigiani es uno de los diputados nacionales por Santa Fe que estrenan su responsabilidad este jueves en un Congreso rigurosamente vigilado por fuerzas federales ante el adelanto de la votación de los cambios previsionales que impulsa el oficialismo de Cambiemos. «Esto demuestra que el ajuste entra por la fuerza», sintetizó el flamante legislador del Frente Progresista a El Ciudadano en las cercanías del recinto legislativo. Para el ex ministro de Producción exteriorizó su sorpresa por el despliegue armado que montó el gobierno nacional para alejar las protestas anunciadas frente al paquete de leyes que apuran desde Casa Rosada: «Yo nunca vi algo similar, esta masa crítica de gendarmes rodeando al Congreso nacional, ni siquiera en la crisis de 2000 y 2001».
Contigiani, como otros legisladores, transitaba los alrededores del Congreso con el inusual paisaje de móviles de Gendamería estacionados en las calles y personal de la fuerza fuertemente armado formando cordones para aislar las protestas convocadas para este jueves en paralelo con la sesión de Diputados. El gobierno nacional adelantó los tiempos ante el convencimiento de que los números lo favorecen. Así, intenta sellar la aprobación del cambio en la fórmula de actualización de jubilaciones y asignaciones sociales, que ya tiene media sanción en el Senado y que originalmente se iba a debatir la semana próxima. «Cuando uno ve que la casa de la democracia, el Congreso Nacional, que representa al pueblo argentino, está rodeado por una excesiva cantidad de gendarmes, cuando uno ve que está sitiado, uno podría decir que el ajuste entra por la fuerza», resumió el diputado frentista.
«Esto demuestra que estamos ante un paquete de leyes que no es popular, que no beneficia a la mayoría, a los sectores más sensibles de la sociedad, porque de lo contrario no sería necesario tener gendarmes por todos lados», insistió el ex ministro santafesino de Producción .
Y sobre el proyecto en sí, agregó: «Es un ajuste, un claro error del gobierno nacional de insistir en una política que fracasó en la Argentina, que es la de resolver el déficit fiscal, la competitividad y el crecimiento ajustando a los sectores más vulnerables, que en este caso son los jubilados, pensionados y quienes reciben la asignación universal por hijo. Además, con efectos colaterales muy graves: lo que se ahorren con esta quita a los jubilados (vía modificación de la fórmula de ajuste de los haberes) serán 80 o 100 mil millones de pesos anuales que van a faltar en el mercado interno, lo que va a alimentar la espiral de contracción de la demanda».