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Chile: arranca balotaje de pronóstico incierto con voto en el exterior

Unos 40.000 chilenos que viven en el exterior abrían este sábado la segunda vuelta en la que se decidirá quién será su próximo presidente: el ex mandatario derechista Sebastián Piñera o el oficialista Alejandro Guillier.

Cerca de 40.000 chilenos que viven en el exterior abrían este sábado el balotaje de pronóstico incierto en el que Chile decidirá quién será su próximo presidente: el ex mandatario derechista Sebastián Piñera o el oficialista Alejandro Guillier.

La ciudad de Wellington, en Nueva Zelanda –a más de 9.000 km de Chile– era la primera en recibir a votantes en el extranjero. En total, 39.137 chilenos están inscritos para sufragar en 110 circunscripciones de 62 países, según la Cancillería, que tiene a su cargo la elección en el exterior.

Los chilenos en el exterior participaron por primera vez en unas elecciones el pasado 19 de noviembre, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

La elección fuera de Chile se extenderá hasta el domingo y concluirá tras el cierre de las mesas de Seattle, San Francisco y Los Ángeles, en Estados Unidos.

Un primer ensayo del voto en el exterior tuvo lugar en julio, durante las primarias en las que Sebastián Piñera se convirtió en candidato del derechista Chile Vamos y la periodista Beatriz Sánchez en postulante por el Frente Amplio, una coalición de izquierda radical. En esa oportunidad, votaron 6.593 personas.

La Cancillería trasandina estima que fuera del país viven unos 857.000 chilenos, de los que 360.000 están en edad de votar, aunque solo poco más del 10% se registró para hacerlo.

Resultado incierto

El balotaje, que en Chile se inicia este domingo con más de 14 millones de habilitados para votar, está rodeado por una total incertidumbre sobre cuál será su resultado.

Ante una veda de publicación de encuestas desde hace dos semanas, es imposible vaticinar un favorito entre Piñera –un exitoso empresario de 67 años– y Guillier, un veterano periodista de 64 años.

«Los chilenos se enfrentan a una compleja decisión, no tienen encuestas o datos duros que les digan quién va a ganar», dijo a la AFP Bernardo Navarrete, analista político de la Universidad de Santiago.

Ambos llegaron a esta definición luego de que Piñera ganara la primera vuelta con 36% de la votación, y Guillier obtuviera el segundo lugar (22%).

Sondeos conocidos tras la primera vuelta, marcaban un «empate técnico» entre ambos candidatos y cerca de un 20% de indecisos.

Ante esta situación, ambos candidatos intensificaron sus campañas para el balotaje sumando nuevos apoyos, pero también subieron el tono de las acusaciones y las críticas cruzadas.

Guillier, que llega con 890.000 votos menos que Piñera, espera reunir el voto de todas las fuerzas de centro izquierda para poder superar la diferencia con su contendor. En primera vuelta, la izquierda se presentó fragmentada en seis candidaturas.

El oficialista sumó el voto de la ex candidata Beatriz Sánchez del Frente Amplio –conglomerado de 14 partidos y organizaciones de la izquierda radical–, aunque ella optó por dejar en libertad de acción a sus votantes, que en primera vuelta alcanzaron un 20%.

Los votos de la izquierda radical son claves para las aspiraciones de Guillier, que también sumó el apoyo del ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica durante su cierre de campaña, el jueves.

Por su parte, Piñera apeló al apoyo del ex candidato pinochetista José Antonio Kast (que obtuvo un 7% de votos en primera vuelta) y del senador Manuel José Ossandón –reconocido opositor a Piñera que tiene un gran respaldo popular en comunas claves–, con el fin de captar nuevos votos en bastiones desconocidos.

Reafirmó su imagen de exitoso hombre de negocios, capaz de reactivar el crecimiento del país, pero también se comprometió a mantener la gratuidad en la educación universitaria que impulsó la presidenta Michelle Bachelet y ampliarla a la formación técnica superior.

En Chile, 43.000 mesas de votación abrirán a partir de las 8 locales (11 GMT). Se espera un conteo rápido de votos y resultados oficiales definitivos unas dos horas después del cierre de las mesas (21 GMT).

Cerca de 17.000 militares y 9.000 policías tendrán a su cargo el resguardo de las mesas de votación en Chile. En el exterior, la seguridad estará en manos de agentes de la policía chilena junto a organismos de seguridad locales de cada país.

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