Dos pequeños corren por el teatro. Las risas, los escondites, los pasillos interminables. A comienzos del 1900, el pequeño Narciso Ibáñez Menta llegó a Rosario con sus padres. Narciso Ibáñez Cotanda y Consuelo Menta Agreda se presentaban en el teatro La Comedia. Allí los recibió Bartolo, el encargado, utilero, sereno, guía turístico, consejero, psicólogo y hasta quien tiraba fijas para las carreras de caballos o les iba a jugar algún numerito a la quiniela.
El pequeño Narciso jugaba junto a Nicolás, el hijo de Bartolo. El niño visitante, acostumbrado a recorrer teatros, nunca lo olvidó, y muchos años después, cuando volvió a la ciudad con su propia compañía, cuando se subió al escenario de La Comedia ya como una figura del mundo del espectáculo, lo plasmó en una foto con dedicatoria que Bartolo atesoró por años, como tantos otros recuerdos de aquellos amigos fugaces que como él venían a su casa que era al teatro.
Artistas como Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Lola Membribes escribieron textos que demuestran el afecto que le tenían. Enrique Falcioni, Bartolo para los amigos, nació en 1892. Desde 1907, vivió y trabajó en La Comedia, el emblemático teatro, hoy de todos los rosarinos, de Mitre y cortada Ricardone, cuando el espacio era muy distinto al que se conoce hoy. Ahí estaba su casa, donde vivió con Josefa “Pepa” Delgado, su mujer, y con Nicolás, su hijo. Ahí, en Ricardone 70, murió en 1947.
Durante cuarenta años, Bartolo dedicó su vida al teatro. “Vivía en, del y para el teatro”, puntualizó Analía Abate, quien forma parte del equipo de producción y programación de La Comedia. Era el vínculo del artista con la ciudad y se transformó en un personaje requerido por la prensa de la época que, cada tanto, le pedía que contara su labor de avisador, describiera las compañías artísticas y relatara anécdotas de las estrellas, o lo que hoy se conoce como chimentos.
“Bartolo, a escena”
Durante años, Bartolo guardó 589 piezas gráficas y 97 programas de mano del teatro. En esos tiempos, tenía montado un pequeño museo en su oficina. Los años pasaron, Bartolo falleció y en 2005, su hijo Nicolás, decidió que era el momento de compartir las reliquias de su padre, que su historia se conozca, y donó a La Comedia la colección de imágenes y fotopostales para que fueran restauradas.
Sobre ellas se realizó un trabajo de limpieza, catalogación, investigación, digitalización y embalaje en el marco del Programa de Prácticas Pre-Profesionales de la carrera de Técnico Superior en Museología y Gestión Patrimonial, coordinado por el Archivo Fotográfico del Museo de la Ciudad.
Ahora es Bartolo el que sube al escenario, el protagonista, ya que parte de ese material formará parte de la muestra «Bartolo, a escena» que se inaugura este miércoles en el Museo de La Ciudad. “Lo más rico de la muestra es que, sin saberlo, él armó una colección que, si bien es un recuerdo familiar, adquiere valor con el tiempo. Sigue el camino clásico del objeto o documento patrimonial que alguna institución rescata y pone en valor”, contó Fabián Birbe, encargado de las exposiciones en el Museo de la Ciudad.
A la hora de elegir entre la gran cantidad de material que llegó al teatro con el formato de un gran álbum familiar, se buscó contar la vida y la historia de Bartolo. “Por un lado, quisimos destacar a Enrique Falcioni en su relación con las compañías, entonces seleccionamos fotografías de artistas dedicadas cariñosamente a Bartolo. También hay material más simpático o costumbrista y, cuando empezamos a investigar, vimos que también su esposa, Josefa Delgado, que para los artistas era Pepa o Pepita, era parte de las dedicatorias. Hay parte de las fotografías que están dedicadas a ella. Es la vida de una persona cualquiera pero que adquiere relevancia al verla 70 años después de su muerte, y ver cómo esta persona, para muchos artistas que hoy están en el olimpo de la cultura argentina, era alguien muy valioso y querible”, agregó Birbe.
«Bartolo, a escena» es el puntapié inicial de una reconstrucción de la historia de La Comedia. “Bartolo nos generó muchísimo afecto. Por eso, con el Museo de la Ciudad, nos pareció una buena idea contar la historia del teatro, algo que estamos empezando a hacer, desde un trabajador del teatro que amaba su profesión, una profesión que en ese momento no tenía una definición o un rótulo: era todo, el que conocía el espacio, era el que contenía a los artistas, el que ponía orden”, contó la productora.
La Comedia se fundó en 1894. En sus inicios fue un enorme galpón que se transformó, gracias al esfuerzo de los vecinos, en lo que hoy es un lugar emblemático de los rosarinos. “Es parte de la cultura y de la ciudad pero no hay mucha información así que estamos trabajando para reconstruir esa historia”, adelantó finalmente Abate.
«Bartolo, a escena» se inaugurará este miércoles a las 20 en el Museo de la Ciudad (Oroño 2300, Parque Independencia). La entrada es libre y gratuita.