Silvia Pérez Ruiz, una periodista cordobesa y madre de una hija de 3 años, denunció públicamente que sufrió dos casos de acoso sexual a lo largo de su carrera. Sus declaraciones hicieron arder las redes sociales porque los hombres que apuntó fueron y son reconocidos en los ámbitos de la política, la actuación y de su propio trabajo. Uno de ellos es Miguel del Sel, ex candidato a gobernador de la provincia y ex embajador de Panamá por el PRO. El mismo integrante del trío Midachi habló públicamente y le pidió a la reportera “que se retracte”. Sin embargo, y luego de una dura carta de opinión que escribió Pérez Ruiz, eso parece estar lejos de pasar.
“Muchas veces como periodistas mujeres tenemos que sortear el machismo imperante en el medio y otras veces toma forma en personas como Miguel Del Sel. En una nota con Midachi en Santa Fe, invitados por el grupo, este señor se hace el distraído, roza con su mano mi cola y dice «ah.. de atrás no estás nada mal tampoco», mirándome la cola de una manera más que desagradable. Y me pregunto ¿por qué tengo que soportar en carne propia semejante escena si yo lo único que quiero es hacerte una entrevista?”, escribió la Pérez Ruiz.
También con Lito Cruz
Otro de los hombres con los que tuvo problemas fue con el recientemente desaparecido actor Lito Cruz. Según contó en la misiva, pasó en 2009: “Yo iba a hacerle una nota al actor y cuando me encuentro con él en el hall del Hotel Interplaza. Me dice «¿todo eso es tuyo?» y me toca las tetas cual «scanner». Yo quedé en shock. Él con una sonrisa minimizó el hecho. Mi deber ser me decía que yo tenía que llevar la nota al canal. Y él lo sabía. Una clara relación de poder”.
Tras el escándalo que se desató en las redes sociales y también en los medios masivos de comunicación luego de las declaraciones de Pérez Ruiz, la periodista escribió en el portal Eldocetv una nota firmada por ella a la que tituló “El por qué decidí dejar de callar”. Allí, cuenta en detalle los tres casos en los que sintió que sufrió acoso sexual y aseguró que “si algo nos queda de positivo de este 2017 que se va es que las mujeres aprendimos a hablar de temas que manteníamos en silencio”.
“Hace casi 3 años que el motor de mi vida es mi hija Emma. Y por ella y pensando en ella es que escribí lo que escribí en Twitter. En ella están representadas las mujeres del futuro y es responsabilidad de nosotras allanarle el camino así como otras mujeres lo hicieron por nosotras”, dijo la periodista cordobesa.
https://twitter.com/silviaperezruiz/status/943280933305815042
Algunos que mal llaman “pagar derecho de piso”
En diálogo este martes con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra en Radio 2, Pérez Ruiz relató otro episodio similar, aunque esta vez, le pasó en su propio ámbito de trabajo. Fue con Roberto Sniezek, según ella misma contó, cuando éste “ocupaba un cargo jerárquico en el canal y tenía a su cargo la dirección de cámara de uno de los noticieros en donde trabajaba y, a su vez, participaba en la decisión de lo que salía al aire”.
“Un día me invita a su oficina para hablar. Me toma las manos y me dice ‘qué lindas manos que tenés’. Yo se las saqué y le dije ‘no, no, son feas’. Luego pregunta ‘¿De qué signo sos?’, le respondo ‘de escorpio’, con la intención de ir terminando la charla. Y él acota ‘las escorpianas son fogosas’. Desde ese momento intenté evitar cruzarme con él. Luego, un día yo estaba saliendo del canal hacia el móvil y me pregunta a dónde iba. Le respondí apurada ‘¡A Carlos Paz!’. ‘Yo te llevaría camino a Carlos Paz’ (a buen entendedor…) Desde ese momento reforcé mi intención de no cruzarme con él y su reacción fue empezar a sacar de la pauta del noticiero las notas de espectáculos y a decir frente a un grupo de compañeros que yo tenía un contrato ‘millonario’, que no entendía esas irregularidades de contratación. El objetivo: sacarme del canal”, aseguró.
“Que nadie te toque si no querés. Que nadie te mire como si fueras su propiedad. Y no te quedes callada. Por las Emmas que vienen. Y por vos”, fue el mensaje con el que finalizó su charla con la radio rosarina.