Después de varios años trabajando en distintas bandas, el músico rosarino Andrés San Juan decidió, a sus 32 años, iniciar un camino solista. Siempre ligado al rock alternativo, al punk, “a lo subterráneo”, tal como aclaró, Andy lanzó Florida en Julio. El proyecto rinde homenaje a su origen, la zona norte de la ciudad, donde el río domina el paisaje y La Florida es el espacio más visitado, pero en verano.
De chico, Andrés escuchaba a Queen, después vino el punk, el funk, los Red Hot Chili Peppers y el multifacético David Bowie. Cuando Empty, su última banda, se disolvió, Andy decidió llevar sus composiciones en un camino en solitario. Este año, los temas que integran su primer EP homónimo y los que van a formar parte de Opresión, el disco que verá la luz en unos meses, están sonando en un formato acústico, a voz y dos guitarras, más cercanos al público. Y a partir del primer mes de 2018, Andrés se va a poner nuevamente al frente de una banda para interpretar los temas en un formato más eléctrico.
El proyecto musical Florida en Julio se presentará este jueves, a partir de las 21, en Jekyll & Hyde, de Mitre 343.
“Florida en Julio tiene un sentido de pertenencia por la zona en la que vivo. Después fue una conjunción de ideas, se trata de florecer en invierno, y a pesar de ciertas cosas, seguir adelante. Es un poco lo que me pasó cuando se disolvió la última banda, seguir con esto que me apasiona, hacerlo a pesar de todo”, contó el músico a El Ciudadano. Y agregó: “Es un ir contra la corriente, a La Florida pero no en enero, en julio”.
Florida en julio se llamó el primer EP del proyecto, y ahora Opresión toma el nombre de uno de los temas que lo integran. “La canción habla de la opresión en su sentido abarcativo. Es la que ejerce el sistema, la política, pero también la gente con la que te relacionás. La familia, la escuela, los amigos. Todos los días nos cruzamos con alguien que no quiere que digamos lo que pensamos. La idea es plantarse un poco, ser uno mismo y hacerlo cueste lo que cueste”, puntualizó.
En sus composiciones, Andrés muestra su pensamiento sobre la vida: todo llega, todo tiene un principio y un fin y si el fin va a llegar de todos modos, hay que hacer lo que a uno le hace bien. “Lo importante es que uno pueda lograr sus objetivos. Las canciones pasan por un estado de lucha donde después se logra llegar. No son para nada depresivos”, evaluó.
“En el disco, estamos trabajando hace más de dos años. La idea es dejarle algo a la gente con lo que uno comparte el criterio de empezar en el rock a preocuparse por lo que uno dice”, dijo. Y opinó: “Es algo que se dejó de hacer por diferentes motivos, por la tecnología e internet se vive un poco más rápido. Los artistas que no son autogestivos tienen tiempos cortos para entregar un disco y por ahí escuchas que una banda escribió un disco en tres meses y eso se nota; en la lírica más que nada. Busqué trabajar de otra forma: el disco tiene dos años y medio de trabajo. Intenté que en la letra y la música este expresado el sentimiento, lo que uno quiere decir”.