Los despidos superaron a las contrataciones en el mercado de trabajo brasileño durante el primer mes de vigencia de la reforma laboral promulgada por el presidente Michel Temer, que legalizó el empleo intermitente y redujo el costo de las indemnizaciones, según informó ayer el gobierno.
En noviembre se rompió una racha positiva de creación de empleo de siete meses consecutivos, debido a que 12.292 puestos de trabajo fueron cerrados en Brasil, resultado de la ecuación entre las contrataciones, que fueron 1.111.798 y los despidos, que sumaron 1.124.090, según datos del Ministerio de Trabajo.
El número quedó lejos de una visión positiva que esperaban los analistas del mercado financiero, que pronosticaron la creación de 26.600 puestos de trabajo con la reforma laboral, según el diario económico Valor.
En la comparación con años anteriores, el saldo negativo de noviembre de 2017 es mejor que el del mismo mes de 2016 y 2015, cuando se perdieron 116.747 y 130.629 trabajos formales, respectivamente, en medio de una profunda recesión económica, indicó el Registro General de Empleados y Desempleados (Caged) del Ministerio de Trabajo.
En esos dos años, el Producto Bruto Interno de Brasil se encogió más del siete por ciento, algo que no ocurría desde la década de 1930.
Esta base no mide el desempleo, algo que registra el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge), que indicó en octubre una desocupación del 12,5% de la población económicamente activa.
Según el Ministerio de Trabajo, siete de ocho sectores de actividad económica tuvieron eliminación de puestos de trabajo en noviembre, siendo el comercio, apenas, empujado por el furor del Black Friday, el único segmento que tuvo más contrataciones que despidos.
La nueva ley laboral permitió, informó el Ministerio de Trabajo, la contratación de 3.067 empleados vía contratos intermitentes (por horas, apenas cuando el empleador requiera) y 231 mediante contratos a tiempo parcial.
El resultado fue el peor desde marzo pero para el ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira, «no significa la interrupción del proceso de recuperación del crecimiento económico del país».
En el acumulado del año, fueron generados 299.635 empleos como saldo de la ecuación entre despidos y contrataciones.
Pero, en la comparación interanual, había en noviembre de 2016 (38,79 millones) más empleados registrados que el mes pasado (38,62).
«Los resultados de la reforma laboral serán recogidos en 2018», dijo el ministro Nogueira, que citó la perspectiva de economistas y del gobierno de un crecimiento del PBI el año próximo año de entre 3% y 3,5%.
La reforma laboral, que quebró la legislación de 1943, fue la gran conquista del oficialismo en la agenda parlamentaria de 2017.