El submarino ARA San Juan implosionó en cuarenta milisegundos a 400 metros de profundidad y la muerte de la tripulación fue inmediata, según lo determinó un informe de la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos (ONI).
A casi dos meses de la desaparición del submarino, la información de una implosión ocurrida el pasado 15 de noviembre en el mismo lugar en el que se conoció el último contacto del «ARA San Juan», comenzó a circular nuevamente en los medios, luego de que este miércoles el diario francés Le Monde difundiera el informe de la ONI, a través de una publicación en Twitter de Save The Royal Navy.
La evaluación que realiza el analista Bruce Rule de la ONI y que es quien firma el informe difundido, se basa en los datos recopilados por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que detectó el día de la desaparición del navío «un evento anómalo, corto, violento, singular y no nuclear, coincidente con una explosión», y que fueron entregados a la Armada Argentina a través del embajador argentino en Austria, Rafael Grossi.
En el informe de la ONI se indica que el ruido registrado fue producido por «la implosión del submarino a una profundidad de 400 metros», «liberando energía equivalente a la producida por una explosión de casi seis toneladas de TNT».
En el análisis también se señala que «debido a la presión por la profundidad», el casco del sumergible «se pulverizó por completo en 40 milisegundos» y se hundió «verticalmente» a una velocidad de 10 a 13 nudos.
El analista asegura en su evaluación que los 44 tripulantes «no se ahogaron ni experimentaron dolor» y que «la muerte fue instantánea».
El pasado 10 de diciembre en conferencia de prensa el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, se había referido al informe del analista Rule y dijo entonces: «No descartamos nada. No deja de ser un informe de un analista, especialista en ruido».
Y agregó: «Lo hemos tenido en cuenta. Es un indicio más que se tiene en cuenta, pero al momento no hay nada concreto».