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Los Bric se debaten entre las expectativas y la realidad

La capacidad económica de los mismos es abrumadora: constituyen un cuarto de la superficie mundial, casi la mitad de la población mundial y tienen una participación del 30 por ciento en el PBI mundial.

Hace dieciséis años que Brasil, Rusia, India y China (Bric) constituyen una novedad para las Relaciones Internacionales desde su acuñación por el economista Jim O’Neill.

La capacidad económica de los mismos es abrumadora: constituyen un cuarto de la superficie mundial, casi la mitad de la población mundial y tienen una participación del 30 por ciento en el PBI mundial.

Con dichas características, los Bric irrumpieron el escenario mundial intentando dejar obsoleta la distinción centro-periferia.

Pero, en términos nominales: ¿Cuánto han crecido los Bric? Hasta el momento, ¿Han cumplido con las expectativas establecidas por Goldman Sachs?

Según los datos arrojados por el Banco Mundial,  se pueden establecer dos momentos en cuanto la evolución de ciertos indicadores económicos, como el PBI, PBI per cápita y la participación en el PBI mundial.

El primero corresponde al periodo 2000-2008, donde todos los valores económicos aumentaron a gran escala, superando las expectativas establecidas por Goldman Sachs a principio de siglo.

Este crecimiento estuvo ligado en gran parte al aumento de los precios de los commodities, lo que permitió que estos países encuentren una fuente de enriquecimiento coyuntural.

Sin embargo, este periodo de fuerte expansión fue puesto en jaque con la crisis financiera del 2008.

Así, los valores en los indicadores económicos sufrieron una alta contracción.

El contagio de la crisis iniciada en los países centrales golpeó seriamente a los emergentes por el canal comercial, por lo cual, las cuentas corrientes de los mismos se vieron altamente reducidas.

Sin embargo, en el 2010 los países miembros del grupo BRIC lograron recuperarse.

Pero para algunos, como Brasil y Rusia, esto sería meramente un suspiro.

En los últimos siete años los valores en los indicadores económicos de dichos países han evolucionado de manera distinta.

Brasil y Rusia continúan sufriendo los costos de la crisis a pesar de haber llevado adelante políticas de ajuste en el ámbito doméstico.

Estas medidas fueron cortoplacistas y reactivas convirtiéndolos en países vulnerables a la crisis financiera del 2008.

De hecho, la crisis económica se mezcló con la política como en el caso brasileño, a partir del impeachment a la presidenta Dilma Rouseff.

Otra fue la realidad de India y China.

En cuanto al primero, desde la llegada al poder de Narendra Mobi, su contexto económico fue prometedor de la mano de su proyecto “Make in India”, el cual buscaba constituir un salto cualitativo para veinticinco sectores claves para el desarrollo de la industria india.

A su vez, India presenta hoy en día, el ritmo de crecimiento más interesante de los cuatro países en cuestión, a una tasa del 8 por ciento.

Otro dato a destacar: a largo plazo, dicho país tendrá la población activa más joven de los países emergentes, lo que implica que la ubica en una mejor posición que sus pares.

Por su parte, China fue el que más rápido respondió a la crisis financiera y el primero en recuperarse.

Y eso se plasmó en la evolución de sus indicadores económicos: según el Banco Mundial, en el año 2015 ya había duplicado el valor de su cuenta corriente y en Inversión Extranjera Directa (IED) que poseía en el 2008.

El ritmo de crecimiento pasó a pasado de un 14 por ciento a un 7 por ciento post crisis financiera internacional, pero esto se lo relaciona con una decisión estratégica de la cúpula del Gobierno Popular Chino más que con una consecuencia del shock financiero internacional con el objetivo de lograr un crecimiento sostenible.

El crecimiento es indiscutible y una novedad para las relaciones internacionales que países periféricos hayan alcanzado dichos valores económicos.

Goldman Sachs considera que “la tesis de los Bric” proyectada para el 2050 puede no cumplirse por “mala suerte” o por falta de esfuerzos de los países.

Un análisis de los últimos años demuestra que no se pueden dejar de lado el factor sistémico, y la crisis financiera es un claro ejemplo.

Dicho acontecimiento es el evento no previsto por Goldman Sachs que puso en jaque el crecimiento de los países miembros del grupo Bric.

Si algo es seguro es que aún queda un largo camino que recorrer hasta el 2050.

(*) Licenciada en Relaciones Internacionales. UNR. Investigación Tesina de grado

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