Tras una semana turbulenta, con declaraciones cruzadas entre directivos, que incluyeron pedidos de licencia, renuncias que no se consumaron y desprolijidades de todo tipo, las aguas parecen haberse aquietado en el Parque, aunque la reunión de comisión directiva de este martes por tarde podría ser clave desde lo político.
No hay dudas que hay directivos enfrentados. Las declaraciones de José Menchón en contra del presidente Eduardo Bermúdez fueron esclarecedoras en ese sentido. Y el secretario tuvo el acompañamiento de otros directivos importantes como el vice Juan Matías, el tesorero Alberto Sauro, el protesorero Carlos Cantarelli, y gran parte de la comisión directiva.
Pero lejos de pedir licencia, el presidente aseguró que no iba a dar un paso al costado ni dejar el manejo del fútbol. Algo que en el cierre de la semana incluso fue ratificado en off por otros directivos.
Sin dudas, en este tire y afloje, donde cualquier decisión de dar un paso al costado puede significar que la justicia analice la intervención total del club (hoy tiene confinada la tesorería), una pieza clave para impedir renuncias puede ser Cristian D’Amico, el vice segundo y hombre fuerte desde lo político e institucional.
No por casualidad la reunión semanal que se hace el día lunes se pasó para hoy. D’Amico retornó anoche de sus vacaciones y pidió postergar el cónclave, ya que mantendrá charlas con sus pares para de alguna manera apaciguar los ánimos de uno y otro lado, y no dejar espacio para que el juez Bellizia puede pensar en intervenir el club.
Así, la reunión de esta tarde, que en algún momento de la semana pasada pintaba para ser definitoria, y donde incluso José Menchón había indicado que iba a pedirle a Bermúdez que se tome una licencia de 6 meses, no sería tan decisiva. O al menos no derivaría en un cambio profundo en el manejo del club. Aunque tampoco hay que descartar que el disconformismo de algún dirigente lo lleve a dar un paso al costado.
