Una mujer de 27 años fue condenada mediante un procedimiento abreviado por robo. Era el único antecedente que tenía. Durante el proceso se acordó darle una oportunidad para que se recupere de su adicción a las drogas. El acuerdo implicó una condena a 5 años de cárcel -ya lleva 1 año y tres meses- y un arresto domiciliario controlado por una tobillera electrónica. Además debe cumplir con tratamiento ambulatorio. El 29 de diciembre, el juez dictó la resolución que hasta ahora no se cumplió porque el informe ambiental que se hizo en la casa de la mujer le jugó en contra.
La vivienda en cuestión está ubicada en un asentamiento precario junto a las vías de ferrocarril en zona oeste, y el equipo de control no toma señal suficiente para operar por normalidad. La trabajadora social que estuvo en la casa recomendó no incluir a Yanet en el control por tobillera electrónica.
Mientras, Yanet está presa y no pudo iniciar el tratamiento ordenado. Su familia reclama una solución. “Lo que buscamos es que tenga una domiciliaria en su casa, pueda estar con sus hijos y le pague lo que le debe a la Justicia: ir a la rehabilitación”, concluyó su hermana Romina.
Yanet tiene 27 años y dos hijos de 9 y 6 años. Fue detenida por robar junto a otras personas con un cuchillo. El problema de ella se centra en su adicción a las drogas, no había tenido otro problema con la ley, aseguró su abogado Adrián Ruiz. Después de más de un año de proceso, durante el cual la mujer estuvo presa, la Fiscalía y la Defensa llegaron a un acuerdo y presentaron un procedimiento abreviado que fue homologado por el juez Gustavo Pérez de Urrechu.
El objetivo fue darle una oportunidad, dijo Ruiz. El acuerdo consistía en purgar el resto de la condena bajo la modalidad de arresto domiciliario controlado por una tobillera electrónica y realizar un tratamiento de rehabilitación. Romina, hermana de Yanet, explicó que es un centro de día, en el que la mujer debe estar de 9 a 17 horas, por lo que no va a estar todo el tiempo en la casa.
El 16 de enero una trabajadora social llegó hasta la casa ubicada en Valparaíso al 2700 junto a las vías. La profesional describió el lugar como de difícil acceso donde fueron recibidos por Haydee, la madre de Yanet, una mujer que se gana la vida como empleada doméstica. En la casa además viven otro hijo de Haydee que es vendedor ambulante y sus dos nietas, hijas de Yanet. Romina, otra de sus hermanas, vive al lado.
Cuando fueron a hacer la ambiental le dijeron que la tensión eléctrica no era suficiente. “Nosotros cambiamos la fase de la luz, gastamos unos pesitos para hacerlo pero es lo mismo porque siempre se corta la luz, a veces estamos días sin luz”, dijo Romina. Y agregó que ofreció su casa para que evaluaran la posibilidad de ponerla allí pero no se pudo.
La trabajadora social recomendó no incluir a Yanet en el mecanismo de vigilancia electrónica. Dijo que dadas las condiciones de la vivienda, ubicada en un asentamiento en condiciones de precariedad, la falta de luz en distintas oportunidades y el difícil acceso al lugar para llegar con un móvil policial o con personal del equipo territorial, dificulta la instalación de una tobillera.
Su defensor informó de esta situación a la Oficina de Gestión Judicial y su familia iba a presentar una denuncia ante Inadi. Entienden que el informe viola un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa que fue homologado por un juez bajo el inaceptable argumento que Yanet vive en una zona de villa de emergencia. Romina contó que tras la ambiental, la trabajadora social le expresó a las nenas que su madre estaría allí en 48 horas y ellas esperan la llegada de su madre. Lo que buscan es una solución.