Bruno Mars se consagró como el gran rey en la edición número 60 de los Premios Grammy, que se celebraron el domingo por la noche en el Madison Square Garden, de Nueva York, al imponerse en las seis categorías en las que competía.
Mars se llevó la totalidad de los premios más importantes al ganar en el rubro disco del año, grabación del año y mejor álbum de R&B por 24K Magic; además de obtener estatuillas en canción del año, mejor canción de R&B y mejor interpretación de R&B por “That’s what I like”. Su disco también obtuvo un reconocimiento en el rubro mejor arreglo para un álbum no clásico.
Otra de las grandes consagraciones de la noche fue para Kendrick Lamar, quien se llevó cinco estatuillas, tres de ellas por el tema “Humble”, considerada la mejor canción de rap, mejor interpretación de rap y mejor video; en tanto que su disco Damn fue elegido mejor álbum de rap y la composición “Loyalty”, junto a Rihanna, fue coronada como la mejor interpretación en colaboración en rap.
En el otro extremo se ubicó el rapero Jay-Z quien no obtuvo ningún galardón, a pesar de ser el artista con mayor cantidad de nominaciones, con presencia en ocho rubros.
El megahit “Despacito” también se quedó con las manos vacías a pesar de ser uno de los temas más celebrados de todos los que fueron interpretados en vivo en la gala de los premios que volvieron a la ciudad de Nueva York, luego de 15 años.
Sorpresivamente nominado en sólo dos rubros, el británico Ed Sheeran se impuso en ambos casos, como mejor álbum pop por su trabajo Divide y como mejor interpretación pop vocal con la canción “Shape of you”.
A pesar de contar con algunos años en la escena musical, Alessia Cara fue consagrada como la mejor artista nueva, y LCD Soundsystem, que en marzo visitará la Argentina, se alzó con el galardón al mejor grabación dance por Tonite; mientras que The Weeknd se llevó la estatuilla al mejor disco urbano contemporáneo por Starboy.
El galardón al mejor álbum de rock recayó sobre The War on Drugs por su trabajo A deeper understanding, mientras que Foo Fighters obtuvo el premio a la mejor canción de rock por “Run”; en tanto que Mastodon se llevó la estatuilla a la mejor interpretación de metal por “Sultan´s Curse», y Demian Marley, hijo del prócer Bob Marley, fue elegido en el rubro mejor álbum de reggae por Stony Hill.
También hubo consagraciones póstumas como el caso del canadiense Leonard Cohen, fallecido en 2016, quien fue reconocido en el rubro mejor actuación de rock por “You want it darker”; en tanto que la actriz Carrie Fisher, la recordada Princesa Leia de la saga La Guerra de las galaxias, se impuso con The princess diary en mejor álbum hablado.
Por su parte, a 56 años de haber alzado una estatuilla, el legendario Tony Bennett volvió a anotarse entre los vencedores, en este caso en el rubro mejor álbum pop vocal tradicional por su trabajo Tony Bennett celebrates 90.
El presentador en esta edición fue el humorista James Corden, reconocido mundialmente por unos videos virales en los que realiza una suerte de karaoke con famosas figuras mientras viajan en un auto; gag que recreó junto a Sting en un subte de Nueva York para esta gala.
Los latinos
Los rubros latinos tuvieron a Shakira y Residente como los ganadores, en el caso de la artista colombiana como mejor disco latino por El dorado, mientras que el ex líder de Calle 13 lo obtuvo en el rubro mejor álbum de rock, urbano o alternativo por el disco que lleva su nombre.
Actuaciones
Entre los números musicales, hubo momentos emotivos con el recuerdo de estrellas de la música country a las víctimas del ataque ocurrido el año pasado en Las Vegas en un festival del género, quienes se unieron para entonar “Tears in heaven”, de Eric Clapton.
La ceremonia vio pasar a clásicos del rock como Sting, U2 y Elton John, quien junto a Miley Cyrus, entonó “Tiny dancer”; a rutilantes figuras como Lady Gaga, Bruno Mars, Pink, Rihanna y Kendrick Lamar, entre otros; y a Luis Fonsi y Daddy Yankee, quienes volvieron a compartir un escenario para interpretar el hit “Despacito”, presentada como “la canción latina más exitosa de la historia”.
Time´s up y la oposición a Trump
Los movimientos contra el acoso sexual y a favor de igualdad para las mujeres tuvieron un espacio importantísimo en la ceremonia, comenzando porque las estrellas vistieron el broche de «Times Up» y rosas blancas. Además entre los shows se destacó la presentación de Janelle Monae y Kesha cuyo momento más vibrante fue la interpretación de “Praying”, un testimonio contra el productor Dr. Luke, acusado de violación.
En la ceremonia también hubo discursos de apoyo a los inmigrantes, amenazados por las políticas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Entre otros, la cantante cubano-mexicana Camila Cabello defendió a los “dreamers” (soñadores), como suele llamarse a los indocumentados que llegaron al país de niños traídos por sus padres y que hoy corren riesgo de deportación. La autora del éxito “Havana” dio paso a una presentación de la banda U2 en el río Hudson con la Estatua de la Libertad, un símbolo de la inmigración en Estados Unidos, de fondo.
Otra de las intervenciones contra Trump fue cuando la ex candidata presidencial Hillary Clinton tuvo una participación sorpresa en un sketch en el que celebridades leían extractos del polémico libro Fuego y furia sobre el primer año de Trump en la Casa Blanca.
Homenajes
En la velada Gary Clark Jr. y Jon Batiste recordaron a dos pioneros del rock and roll como Chuck Berry y Fats Dominó, ambos fallecidos en 2017, mientras que Patti LuPone rindió un tributo en vida al compositor de musicales Andrew Lloyd Webber con el clásico “Don’t cry for me, Argentina”.