Las amas de casa, empleadas domésticas o los encargados de edificios, entre otros, deberán tener especial cuidado de ahora en más a la hora de lavar las veredas. Es que Aguas Santafesinas decidió encarar una campaña informativa para recordar la vigencia en Rosario de la ordenanza N° 8687/10, que establece que el lavado sólo puede efectuarse con baldes o con mangueras provistas de sistema de corte (interruptores o pulsadores) apuntando a reducir el derroche de agua potable que puede implicar esa acción.
En el año 2010, a partir de un proyecto de la entonces edila Viviana Foresi, el Concejo aprobó la ordenanza N° 8687/10, derogándose así el decreto Nº 2964/77, a los fines de adecuar dicha regulación a las premisas de «preservación» y «racionalización» de los recursos naturales, entre los cuales el agua forma parte.
El texto establece en su artículo 1° que en Rosario «todo propietario, comerciante y/ o frentista podrá proceder al lavado de veredas y aceras debiendo emplear para ello baldes o en su defecto mangueras provistas de sistema de corte, interruptores o pulsadores, a los fines de racionalizar el uso del agua”.
En ese sentido, se estima que una manguera abierta durante una hora insume 500 litros de agua potable, el consumo promedio de dos personas por día. Mientras que utilizando diez baldes de agua -más que suficientes para lavar una vereda-, se necesitan sólo 50 litros.
Con el objetivo de tener presente la normativa un equipo de divulgadores de Aguas Santafesinas recorrerá las calles de la ciudad -comenzando por el microcentro- para entregar folletos donde se recuerdan los alcances de la ordenanza.
El periplo se realizará a primera hora de la mañana, justamente cuando es más visible la tarea cotidiana de lavado de veredas.
La acción se inscribe en el programa Aguas/educa que lleva adelante la empresa sanitaria, destinado a generar conciencia sobre el valor social de un elemento esencial para la vida y considerado un derecho humano, como es el agua potable.