Los cinco amigos rosarinos que murieron en el atentado que ocurrió hace tres meses en Nueva York, cuando una camioneta los embistió mientras andaban en bicicleta, tuvieron su homenaje. La comunidad argentina se reunió en el Consejo de las Américas de esa ciudad, en una recepción en beneficio de las familias de las víctimas Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi.
El homenaje comenzó a gestarse en Buenos Aires y siguió en Nueva York. Cuatro de los sobrevivientes, Iván Brajkovic, Guillermo Bianchini, Martín Marro y Juan Pablo Trevisán, hablaron con Brian Winter, autor de un artículo que se viralizó tras el atentado, titulado «Estos chicos representaban lo mejor de Argentina».
Winter los conoció días después del atentado, y desde ahí tejieron un vínculo. Bianchini y Winter hablaron luego con el cónsul argentino en la ciudad, Mateo Estremé, quien se sumó a la iniciativa. El fin: ayudar a las familias. «La reacción fue inmediata, y muy favorable», dijo Estremé.
Allí se realizó una subasta para la que Lionel Messi mandó dos camisetas de la selección firmadas; Mario Kempes, un libro con su firma; Manu Ginóbili lo llamó a Estrémé para ofrecer, también, otra remera firmada; Ángel Di María y Giovani Lo Celso también quisieron aportar; los clubes Rosario Central y Newell’s mandaron camisetas, y hasta Tom Brady, mariscal de campo de los New England Patriots, regaló una pelota con su autógrafo. Hubo unos 100 invitados. El restaurante Buenos Aires ofreció la comida para el catering.
El cónsul Estremé, quien fue quien se puso al hombro la situación en los momentos más dramáticos aquél día, cuando la situación de las víctimas aún no estaba clara, dijo que los sobrevivientes y sus familias le habían dejado una enseñanza: “Frente a tanto dolor, tanto odio e irracionalidad, el mensaje es siempre de amor, positivo, de superación. Nunca de odio”.
En Rosario, a partir de la muerte de los jóvenes comenzó el debate sobre la necesidad de que el día de la muerte de los jóvenes se instituya como el Día del Amigo. Una premisa que se compartió por redes y que habla de la necesidad de homenajear a aquellos que murieron celebrando la amistad.