Querido y respetado en la industria “Buby” Stagnaro, figura clave del cine nacional de los 60 y los 70, fue un reconocido director de fotografía en films como Peperina; Nazareno Cruz y el Lobo; Juan Lamaglia y Sra.; Turismo de carretera; El ABC del amor (episodio Noche terrible); entre otros títulos. Trabajó con Leonardo Favio, Rodolfo Khun, Raúl de la Torre y Alberto Fischerman, entre otros realizadores.
Fue el fundador del laboratorio R + T, director de Una mujer (1975) con Cipe Lincovsky, Federico Luppi, Soledad Silveyra, Luisa Vehil, María Vaner, Aldo Barbero, Cacho Espíndola, Rodolfo Ranni, María Rosa Gallo y Ralph Pappier; y codirector en 1969 de The Players vs. Ángeles caídos (trabajó allí con Grupo de los 5 que integraban también Fischerman, De la Torre, Paternostro y Bécher). Se encargó, entre muchas otras tareas, de la restauración de Perón, sinfonía del sentimiento, el megadocumental y ensayo de Favio.
Su asistente fue Adolfo Aristarain y su asesor como director de actores el teatrista Carlos Gandolfo, todo un grupo fuerte que ayudó a que Lincovsky compusiera uno de los mejores papeles de su carrera.
«Me gusta parar en cualquier lado y tomarme un cafecito. Me siento cerca de las ventanas, que es como estar encuadrando la realidad que pasa», dijo al portal web de Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina (ADF), de la que era socio honorario.
«La ventana te muestra la vida y a su vez te entrega una comprensión del momento que estamos viviendo, de tu vínculo con la realidad, con el espíritu del tiempo. Observar la vida, encuadrarla, recortarla, expresarla, es algo que el director de fotografía está obligado a hacer; y eso fue y es fascinante para mí», concluyó.