A Matías Leandro Pera Pujol le salió el tiro por la culata. En diciembre pasado el fornido ex barrabrava leproso se presentó ante la Fiscalía de Violencia Institucional y denunció que la Policía lo apretaba y le quería arrancar una coima para dejar de rastrearlo en la investigación por el tiroteo contra el frente de un pool de Fisherton. Pera dejó asentado su domicilio en la Justicia y con ese dato, a pedido de un fiscal, le allanaron su departamento de Santa Fe al 600. Quedó detenido y este jueves Carlos Covani, de la Unidad fiscal de Investigación y Juicio, pidió imputarlo por portación y abuso de arma. La evidencia es contundente: sostienen haberlo reconocido en un video. La jueza determinó que Mati Tatuado, como se conoce a Pera, pase un tiempo a la sombra, hasta el 5 de abril, para que no obstruya la pesquisa.
A Pera lo imputaron por un incidente ocurrido la madrugada del 29 de octubre de 2017. Según la acusación, las cámaras de seguridad de una sucursal del banco de Santander Río lo captaron bajándose de una moto y tiroteando el pool Don Nadie, en Eva Perón al 7800, barrio Fisherton. En la grabación se ve a dos hombres llegar en una Honda Tornado; el acompañante, que se asemeja a Pera –sostiene Fiscalía–, se baja y dispara contra la fachada. Fueron unos segundos y luego la moto fugó, pero la patente quedó identificada. Según el fiscal, el dueño es un amigo de Pera que todavía no pudo ser localizado.
El martes, cuando le allanaron el departamento de Santa Fe al 600, la Policía de Investigaciones secuestró un par de zapatillas rojas de suela blanca, un pantalón deportivo negro y unos guantes amarillos; ropas que –para el fiscal– coinciden con la vestimenta que le atribuyen usar la madrugada del tiroteo al pool Don Nadie.
Mati Tatuado, que cumple condena por el famoso episodio conocido como la Entagada, fue mencionado desde el principio de la investigación por un pibe menor de edad que aquella mañana estaba en Don Nadie y que, cuando los atacantes escaparon, se dispuso a juntar las vainas servidas que habían quedado dispersas en la vereda. Sin embargo, este testimonio fue puesto en duda por la abogada defensora Bárbara Reynoso. La letrada cuestionó los motivos de por qué quien reconoció y acusó a Pera habría de levantar evidencia que podría ser usada en su contra. Y porque el padre del menor, más tarde ese mismo día, fue detenido en posesión de un arma de fuego.
El fiscal Covani, a pesar de las pruebas presentadas, admitió no tener en claro todavía los motivos del ataque ni a quién era dirigido, razón por la que pidió a la jueza Silvia Castelli que dispusiera la prisión preventiva del acusado para evitar una obstrucción en la investigación. Pera quedará detenido por 45 días, hasta el 5 de abril.
Fue ladero de Diego “Panadero” Ochoa cuando destronaron del paravalanchas leproso a Roberto “Pimpi” Caminos. Se reveló. Protagonizó el suceso conocido como La Entagangada, por el que recibió una exagerada condena. No resistió las cámaras de televisión («La barra te atrapa mucho y te envanece», dijo una vez). Sobrevivió a un ataque de cinco disparos en la espalda. Declaró en contra su ex jefe, hoy condenado por homicidio. Ahora, sin proponérselo, Pera volvió a las crónicas policiales.