Por Malena Oneglia
Asamblea de Tortas de Rosario.
Paro este 8 de marzo y me movilizo porque, a pesar de los avances en el plano social y en materia de derechos y el crecimiento del movimiento de mujeres y feminista, la violencia hacia nosotras recrudece y las brechas de desigualdad aumentan.
Paro y me movilizo este 8 de marzo porque el aborto legal, seguro y gratuito no puede seguir siendo un reclamo, tiene que ser una realidad y el Estado es responsable y debe garantizarlo.
Paro y me movilizo este 8 de marzo porque todavía nos falta camino para que la Educación Sexual Integral deje de depender de las voluntades individuales y sea una política pública realmente transformadora.
Paro y me movilizo este 8 de marzo porque quiero sentirme libre de besarme con quien quiera y donde quiera sin comerme una piña o una causa judicial.
Paro y me movilizo este 8 de marzo porque la disputa sobre el sentido común es la nueva disputa sobre nuestros cuerpos y nuestras autonomías.
Paro y me movilizo este 8 de marzo para encontrarme con todas porque este paro es nuestro, de las mujeres, las tortas y las travas. Y porque el feminismo no es la estrategia política de turno y el discurso de moda sino el motor de transformación de nuestras realidades concretas.