El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa vinculó la “judicialización de la política” en el continente con el “desplome” de los valores republicanos. De paso por la ciudad de Santa Fe, Correa hizo una defensa de los gobiernos progresistas hoy en retirada: “En el principio de este siglo América Latina vivió no una época de cambios sino un cambio de época: de justicia, igualdad, soberanía, igualdad”.
El ex mandatario estuvo en la capital provincial invitado por el diputado kirchnerista Leandro Busatto. En la sesión de este jueves, el presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti lo distinguió como Huésped de Honor. Ante los legisladores y algunos invitados especiales, Correa dio un discurso que comenzó con un reconocimiento “a la ciudad de Santa Fe, cuna de la Constitución”.
El mensaje del ecuatoriano en la Legislatura estuvo cargado de alusiones históricas y políticas. En primer lugar, se mostró complacido por su visita a la Argentina, que definió como “la Patria de San Martín, Belgrano, Perón, Evita y el Che Guevara, la tierra natal y el país donde se formó el Papa Francisco, ese hombre que hoy mueve y conmueve a las conciencias del mundo”.
Con alusiones a los gobiernos de Lula Da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Néstor y Cristina Kirchner en nuestro país y Hugo Chávez en Venezuela, el líder ecuatoriano sostuvo que “lo poco o mucho que pudimos lograr, lo logramos por la voluntad de nuestro pueblo. Nosotros hemos sido la imagen más visible de profundos procesos de cambio que estaban en el alma popular”.
“Los pobres socioeconómicos –continuó– no dejarán de ser pobres con caridad, sino con justicia. Por eso elegí la opción política. Pero esto causa a veces grandes problemas. Como decía Hélder Câmara, obispo de la Teología de la Liberación: cuando alimento a los pobres me llaman santo, cuando pregunto por qué hay pobres me llaman comunista. Lamentablemente, parece ser que algunas veces se tornan vigentes las palabras de Robespierre: aún no ha llegado el tiempo en que los hombres honrados puedan servir a la Nación sin ser castigados”.
A esas citas históricas, Correa las enlazó con los actuales casos de judicialización de la política que se reiteran en todos los países del continente: “Cuando tu abogado te dice que no existe absolutamente nada cierto acerca de todas las acusaciones que nos hacen, pero que de todas formas nos van a enjuiciar penalmente, porque hay una persecución política, es porque los fundamentos de la República se están desplomando y el pasado está de vuelta”.
En el final de su discurso ante los legisladores santafesinos, el ecuatoriano llamó a “reivindicar” la política. “La satirización del poder político en América Latina ha sido una de las estrategias de inmovilización de los procesos de cambio. La búsqueda del bien común es la razón de ser de la autoridad política; es ese bien común el que tratamos de construir todos estos años en Ecuador a favor de las grandes mayorías”.
“Obviamente, estoy en contra”
Previo a su paso por la Legislatura, Rafael Correa dio una conferencia de prensa en la que debió opinar, con alguna incomodidad, sobre el gobierno de Mauricio Macri: “Obviamente, estoy en contra ideológicamente. Pero el pueblo argentino lo votó, la derecha ganó democráticamente. Entre comillas, por la participación de los medios de comunicación. Sin desmerecer a ningún partido de derecha argentino, el que ganó las elecciones fue Clarín. Alguien de la izquierda que no ha entendido eso, que el adversario de los movimientos progresistas es la prensa burguesa, guardiana del status quo, no ha entendido nada. Es un problema grave, porque es un poder inmenso sin contrapoder”.
Almuerzo con referentes kirchneristas
Igual que en su paso por Rosario, en la capital provincial Rafael Correa fue distinguido por el Concejo Municipal como Visitante Ilustre. El ex presidente ecuatoriano agradeció el reconocimiento pero aprovechó la ocasión para hacer su propio homenaje a “los trabajadores”, a las Madres de Plaza de Mayo y a la concejala y militante feminista Marielle Franco, asesinada la semana pasada en Rio de Janeiro.
“Me declaran huésped ilustre, lo cual agradezco, pero yo no tengo nada ilustre al lado de los trabajadores de Santa Fe, al lado de las Madres de Plaza de Mayo, al lado de tanto héroe anónimo que dio su vida por una vida mejor para nosotros. No soy nada al lado de Marielle Franco, concejala de Rio de Janeiro, cuya vida fue sesgada brutalmente: una muerte que nos recuerda las horas más oscuras de nuestra América”, dijo Correa.
El paso del ex mandatario de Ecuador por la capital santafesina comenzó con una conferencia de prensa en el Hotel de Colón, luego participó de un almuerzo con dirigentes de Unidad Ciudadana –Agustín Rossi, Jorge Capitanich, Martín Sabbatella, Leandro Busatto, entre otros– y dirigentes de la CTA, más tarde fue a la Legislatura –donde fue declarado Huésped de Honor y dio un discurso ante los diputados– y por último brindó una charla ante militantes y público en general en el Colegio Inmaculada.