“La cumbia villera no es ni puede ser algo que sólo le habla al delito y a la droga», dijo Rubén Darío Castiñeiras, más conocido como Pepo, llamando a desestigmatizar al género del que se transformó en referente. El cantante, es el protagonista de, justamente, de Pepo. La última oportunidad una película que en clave de docuficción y dirigida por Cristian Jure y Juan Irigoyen, cuenta su historia. El film, que tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Mar del Plata, llegó a las salas de cine rosarinas el pasado jueves.
Para el Pepo la cumbia villera es “una música que habla sobre cosas que le pueden pasar a cualquiera”. “Habla de cuestiones cotidianas. Puede hablar de la violencia doméstica, de la violencia de género, de los miles de pibes que no tienen igualdad de oportunidades, de la vida de la marginación. Claro que no ubicándolos en el rol de héroes, sino en el rol de víctimas, que es lo que son”, aseguró sobre el movimiento musical que tomó forma a fines de los 90.
Pepo. La última oportunidad retrata su historia personal, desde su tránsito por las drogas, la cárcel, hasta su exitoso presente. En diálogo con la agencia de noticias Telam, el cantante aprovecho la presentación del film para ofrecer una mirada crítica sobre las visiones generalizadas que existen sobre la cumbia y sus variantes estilísticas: “No estoy seguro que mi música tenga cambios importantes sobre otros artistas que trabajan en el género. No quiero ponerme en ese lugar. Es cierto que hay un interés por las temáticas sociales quizá mayor que en otros casos, pero no mucho más”, aseguró interpelado las razones musicales de la atención masiva que hoy despierta.
“El propósito no es ganar un Oscar, pero por ahí si sacar a algún pibe de la marginalidad”.
“Sí puedo decir que en mi caso esquivamos cantarle al delito y a la droga; y no es, por supuesto, porque no haya gente que nos escuche que no consuma o no delinca; lo esquivo porque es una época jodida. Hay que desestigmatizar a la cumbia villera. La cumbia villera no es ni puede ser algo que sólo le habla al delito y a la droga”, puntualizó.
Contar la propia historia
Respecto de los motivos que lo llevaron a dar forma a la película, Pepo aseguró: “El propósito no es ganar un Oscar, pero por ahí si sacar a algún pibe de la marginalidad”.
El film retrata el éxito inicial de Pepo con el grupo Los Gedes, con Pablo Lescano como productor, en los 2000; y luego su vida de robos y adicciones; los seis años y dos meses que vivió en la cárcel y su retorno a los escenarios: “El propósito de esta película es contar que hay un pibe que ocho años atrás estaba revolviendo la basura en la esquina de la cancha de San Lorenzo buscando algo con que drogarse y hoy está acá hablando de una película. Ese es el propósito”, lanzó Pepo, directo.
“Hay un mensaje, que se puede salir poniéndole garra. Que para eso es necesario encontrar o reencontrar aquellas cosas que te hacía disfrutar, por más chiquitas que fueran, y que uno dejó de hacer porque lo único que quería en un momento era drogarse. En mi caso esas cosas eran cosas sencillas como ir a la cancha con mi viejo”, señaló.
“¿Cuál fue el rol de la música es mi recuperación? Bueno, la música fue lo que me calmó, lo que me ayudó a soltar culpas, lo que me hizo cambiar pensamientos”, sintetizó.
“De a poco volví a tomarle el gusto a la música; muy de a poco fui volviendo a componer. Y ahora estamos grabando el tercer disco con temas compuestos cuando estaba en la cárcel”, destacó.
Consultado sobre el estilo narrativo de la película y el riesgo de presentar una historia idealizada sobre la superación personal, Pepo concluyó: “La película, más allá del gusto de cada uno, tiene un mensaje. No te trata de vender nada. Es una historia íntima, que muestra lo bueno y lo malo. Y agradezco poderla haber hecho en vida. Porque estas cosas se hacen cuando alguien se muere y yo por suerte estoy acá y la puedo contar”.