Winnie Madikizela-Mandela, la segunda esposa y principal apoyo del líder sudafricano Nelson Mandela en su lucha contra el régimen racista blanco del apartheid, murió este lunes a los 81 años por una infección renal en el hospital Netcare Milpark de Johannesburgo, donde estaba internada desde el fin de semana tras agravarse su estado de salud.
La salud de Madikizela-Mandela, conocida en Sudáfrica como la «madre de la Nación», se había deteriorado en los últimos años. Sufría de diabetes y debió someterse a una serie de importantes cirugías, que la llevaron a internarse con periodicidad a lo largo de 2018.
Victor Dlamini, vocero de la familia Mandela, distribuyó un comunicado a los medios, en el que confirmó el deceso.
Winnie Mandela «sucumbió pacíficamente en las primeras horas de la tarde del lunes rodeada de su familia y seres queridos», indicó el comunicado, según informó el multimedios oficial sudafricano SABC en su portal web.
La mujer fue un ícono en la lucha contra el apartheid, un conjunto de normas de segregación racial y exclusión de los negros sudafricanos que se consolidaron en la época de la colonia británica, se ahondó tras la Unión Sudafricana anglo-bóer en 1910 y fue institucionalizado cuando, en 1947, el Reino Unido abandonó el país.
Nacida en Bizana, hoy provincia del Cabo Oriental, en 1936, Winnie Mandela se mudó a Johannesburgo para estudiar trabajo social después de matricularse.
Allí conoció en 1957 al militante anti-apartheid y abogado Nelson Mandela. Al año siguiente, cuando Mandela enviudó de su primera esposa, Evelyn Maze, se casaron. El matrimonio tuvo dos hijos.
La vida de hogar duró pocos años. En 1963, Nelson Mandela fue arrestado y sentenciado a cadena perpetua por traición. Recién saldría de prisión en 1990.
Forzada a criar sola a sus dos hijos, con el padre preso en una cárcel política de máxima seguridad, Winnie Mandela fue la primera trabajadora social médica negra en el Hospital Baragwaneth.
Durante todo ese período, Winnie fue el más firme apoyo personal y la más dura defensora de su marido ante el Congreso Nacional Africano (ANC), al cual ambos pertenecían.
Su actividad política le costó también brutales ataques del régimen racista. Sufrió arresto domiciliario repetidamente y destierro de Johannesburgo a la localidad de Brandfort, en el Estado Libre de Orange, con su pequeña hija Zindzi.
En 1969, Madikizela-Mandela se convirtió en una de las primeras personas detenidas bajo la Sección 6 de la Ley de Terrorismo de 1967. Recién se le presentaron cargos bajo la Ley de Represión al Comunismo 18 meses después.
En tanto, fue recluida sin sentencia en confinamiento solitario en una celda de condenados a muerte de la Prisión Central de Pretoria.
La imagen de Winnie Mandela de la mano de su esposo Nelson mientras el líder negro sudafricano salía de la cárcel en 1990 se convirtió en uno de los más reconocidos símbolos de la lucha contra el apartheid, recordó el Mail & Guardian.
Winnie Mandela, con su figura intransigente y combativa, se fue convirtiendo en un problema político para el ANC a medida que avanzaron las negociaciones de paz.
En 1992, el matrimonio Mandela se separó, y en 1994, cuando Nelson asumió la presidencia, se inició el proceso de divorcio, que culminó en 1996.
Es una opinión corriente en Sudáfrica, que confirmó a Télam en 2013 bajo condición de anonimato una sobrina de Nelson Mandela, fervorosa admiradora de su tía política y militante del ANC a su vez, que el divorcio tuvo un componente político.
Cuatro años después del divorcio, Nelson Mandela se casó con su tercera esposa, Graca Machel, viuda desde 1986 del primer presidente de Mozambique independiente, Samora Machel.
Winnie, tras la separación y divorcio, siguió actuando en política más allá de su exmarido, y tuvo una carrera plena de altibajos sin perder nunca el control de una importante fracción del ANC. Ocupó varios cargos en el gobierno y dirigió la Liga de Mujeres del ANC.
En los últimos años, se vio obligada a pasar a un segundo plano por una serie de hechos que tomaron estado judicial, incluido el secuestro y muerte de un presunto informante policial en 1988 por el cual tuvo una pena menor en las Comisiones de Verdad y Reconciliación, y un caso por defraudación en 2003.
Pero luego retornó al Comité Ejecutivo Nacional del CNA después de años de alejamiento.
Pese a sus dolencias, un mes antes de morir, participó de la campaña de registro de votantes del presidente del ANC, Cyril Ramaphosa, en la emblemática barriada negra de Soweto, al suroeste de Johannesburgo.
El viernes pasado, antes de ser internada en el hospital Milpark, había asistido a un oficio religioso pascual en Soweto.