Una pareja de jóvenes quedó detenida como responsables del crimen e incineración de su locador, un hombre de 56 años que les alquilaba un inmueble en la ciudad La Quiaca, al norte de la provincia de Jujuy.
Las circunstancias de la muerte de Calixto Tolaba, de 56 años, siempre dejaron dudas y dieron lugar a que la Brigada de Investigaciones interviniera para dilucidar el hecho.
Luego de que el cuerpo fuera trasladado hasta la capital jujeña, donde se le practicó la autopsia, se pudo determinar que el hombre había fallecido antes de ser incinerado.
También el médico forense logró establecer que en los pulmones de Tolaba no había rastros de que hubiera inhalado humo, además presentaba un fuerte golpe en el rostro que le provocó fractura de tabique.
La hora exacta de la muerte sería a las 2del jueves, según precisaron fuentes cercanas a la investigación.
Con estos resultados, publica el diario El Tribuno de Jujuy, quedó descartado totalmente que haya sido un suicidio a lo «bonzo», como pretendieron hacer creer a la Policía sus supuestos victimarios.
Desde el levantamiento del cuerpo, hubo constante presencia policial resguardando la escena del crimen, se realizaron distintas pericias e indagatorias a familiares y vecinos buscando armar el rompecabezas de las últimas horas con vida de Calixto.
La pareja imputada, de entre 19 y 20 años, alquilaba una habitación en el fondo de la vivienda y al momento de declarar, ambos cayeron en contradicciones.
La mujer declaró que no veía a su novio desde los primeros días de abril, mientras que el varón dijo que habían pasado la noche juntos.
Por otra parte negaron haber sentido algún olor extraño, cuando los vecinos justamente alertaron a la Policía por el olor nauseabundo y la humareda que salía de la vivienda.
Asimismo los investigadores quedaron desconcertados por la saña con la que habrían actuado ambos jóvenes, primero ultimar a Tolaba, luego escribir una carta para que todo parezca un suicidio y tratar de deshacerse del cuerpo quemándolo con leña.
Provocaron tal combustión que las llamas alcanzaron hasta tres metros de altura, aún así no pudieron reducir el cadáver a cenizas.
Varias hipótesis se tejen alrededor del hecho aunque no hay una confirmación oficial desde la Policía y el móvil del crimen sigue siendo un misterio.
El hecho ocurrió en la calle Soldado Mario Gutiérrez al 100 de La Quiaca, las primeras informaciones policiales dieron cuenta que a las 7:30, del pasado jueves, recibieron un llamado alertando sobre un hecho en el citado domicilio, al concurrir personal policial y de bomberos corroboraron la situación, el hombre yacía en el patio de la vivienda.
Por tal motivo se dio parte al ayudante fiscal regional Luis Miguel Cavanna, quien ordenó el cuerpo no sea levantado hasta el arribo del médico forense policial.
Por la tarde arribó un médico, quien luego de estudios preliminares y del sitio del hecho, determinó que el cuerpo fuera trasladado hasta la morgue del hospital «Jorge Uro» y luego a la capital jujeña, en un primer momento la causa quedó caratulada «muerte por carbonización».