Dos veteranos expertos en entraderas fueron condenados esta semana en un acuerdo abreviado. Los asaltos ocurrieron en el lapso de ocho meses entre 2014 y 2015 y abarcaron a Rosario, Cañada de Gómez y San Lorenzo. Si bien, la Fiscalía los había imputado por 23 hechos, el mayor de 52 años quedó acusado formalmente por 16 entraderas y fue condenado a 12 años de prisión efectiva. A su cómplice de 43, lo penaron a 10 años y ocho meses por cuatro robos, un encubrimiento y una tenencia. En dos de los golpes y en un manejo con un auto robado quedó en evidencia la connivencia policial con la que contaba la dupla.
Desde octubre de 2014 hasta junio de 2015, más de una veintena de vecinos del Gran Rosario, San Lorenzo y Cañada de Gómez fueron víctimas de entraderas. Los asaltantes esperaban a que la víctima ingresara o saliera de su casa en su vehículo para abordarla. A punta de pistola la obligaban a que les franqueara el ingreso. La dupla recorría la casa y una vez que habían juntado todos los objetos de valor y la plata, emprendía la huida, describió en la audiencia imputativa que se realizó en noviembre de 2015 la fiscal Gisela Paolicelli, quien rastreó al dúo por ocho meses. Uno de ellos fue descripto por las víctimas como un hombre de unos 40 o 50 años, con lentes recetados sin marco, morocho, con rulitos y canas, y barba candado.
Por este dato llegaron a Juan Manuel Centurión, un ex convicto de 52 años y oriundo de Corrientes, quien había cumplido una condena a 12 de prisión por robos en Buenos Aires. Centurión cayó el 12 de agosto de 2015 cuando iba en un Toyota Corolla y protagonizó una persecución con la Policía de San Lorenzo por la autopista Rosario Santa Fe. En el intento de fuga, el conductor del Corolla intentó cruzar de carril y el auto le quedó empantanado en el cantero central. Su cómplice también nació en Corrientes: Ramón Virgilio Espinoza, de 43 años, fue detenido un mes más tarde en un allanamiento a una casa de Cañada de Gómez. Los policías dieron con él por una entradera que había ocurrido en la ciudad de Las Parejas.
La pata policial
Los investigadores descubrieron que en el golpe del 7 de diciembre de 2014 zona de la comisaría 14ª, hubo un claro mensaje por handy para que “les liberen la zona”. El segundo registro de la connivencia policial ocurrió en una violenta entradera que empezó en Funes y terminó en Rosario. Fue 26 de abril de 2015, cuando una pareja entraba a su casa de Araoz al 1700 de Funes. Se le apareció un grupo de asaltantes, los ataron y empezaron a amedrentarlos con una picana.
El joven tenía otra dirección en el documento por siguieron con las amenazas de picanearlos hasta que el muchacho dijo que era la casa de sus padres y que no había nadie. Los asaltantes subieron a la pareja al auto y en ese momento escucharon la conversación por Handy que tenía la frecuencia policial: “Gordo liberame la zona, voy a rioja al 4700. Tenemos para una hora, después te doy lo tuyo”, dijo uno de los ladrones. Los vecinos de calle Rioja escucharon ruidos y llamaron a la Policía. Y al asomarse se sorprendieron cuando un patrullero pasó la zona jurisdicción de la comisaría 6ª con las luces apagadas.
Los asaltantes desvalijaron en las dos viviendas, hasta se llevaron dos sombreros mexicanos. A los 30 segundos de que los ladrones huyeran, llegaron los uniformados. Además, la Fiscalía se encontró con un confuso episodio que implicó el robo de un auto incautado frente a una comisaría. Cuando hallaron el vehículo les habían reemplazado muchas partes. Esto pasó el 4 de diciembre de 2014, cuando los ladrones interceptaron al conductor de un Ford Focus en un camino, cerca del arroyo Ludueña. Le apuntaron y se llevaron el auto.
La Policía recuperó el Focus el 9 de enero, quedó estacionado frente a la comisaría 6ª y de ahí se lo robaron. Lo recuperaron a los tres días en pasaje Sicilia: tenía los asientos de tela y no los originales de cuero, al igual que las patentes. Llevaba las de un auto cuyo dueño denunció que se las habían sacado el 5 de diciembre. Al derrotero de impericias para cubrir la autoría del robo se sumó que encontraron huellas de Ramón Espinoza en el interior del vehículo. El auto era full y tenía tapizado de cuero; el de Espinoza era base, así que cuando secuestraron el Focus de este último se encontraron con los de cuero del auto robado.
El abreviado
El juez Luis María Caterina condenó en un juicio abreviado a Juan Manuel Centurión a doce años de prisión por 16 entraderas. Centurión ofreció vender un Toyota Corolla para reparar el daño a las víctimas. En tanto, Ramón Espinoza fue penado a 10 años y 8 meses de cárcel por 6 delitos: cuatro asaltos, un encubrimiento y una tenencia de arma de guerra. Espinoza ofreció pagar los 30 mil pesos de resarcimiento para las víctimas con la venta del Ford Focus que fue protagonista del episodio en la comisaría 6ª.