Mariana Rossi Vassalli, nieta del fundador (don Roque) de la fábrica de cosechadoras de Firmat, confirmó personalmente su voluntad de recuperar la mayoría accionaria de la tradicional industria, que había cedido, para poder negociar con otros grupos empresarios la vuelta a la producción. La planta permanece tomada por los trabajadores luego de que los tres concesionarios que hoy la gestionan dejaran de pagar los sueldos y se desentendieran de la continuidad de la firma. La mujer desautorizó versiones periodísticas que mencionaron a la fabricante de motos y autopartes Corven (con sede en venado Tuerto) como una de las interesadas en hacerse cargo. También, aclaró que cualquier solución al conflicto no será inmediata.
“En la carta documento que les envié, les pedí a los actuales concesionarios de la fábrica que den un paso al costado y de esa manera no llegar a la Justicia. En su momento, me corrí yo. Hoy les estoy pidiendo que me devuelvan mis acciones para poder destrabar este conflicto y hablar con otros grupos”, dijo la heredera.
La mujer pidió a la oficina de mediación judicial de la Suprema Corte de Justicia santafesina que convoque a los actuales poseedores de las acciones para el próximo 23 de mayo. El objetivo es pedir la revocación de la transferencia de esas participaciones y la vigencia de la cláusula primera del convenio firmado en su momento por tres concesionarios cordobeses y la nieta de Don Roque. Fue una sindicalización de acciones luego de una debacle económica pero con condiciones claras: mantener la actividad productiva.
“Hay otros grupos interesados que pueden brindar una solución a este conflicto. Eso no descarta que me tenga que sentar a hablar con los tres concesionarios actuales para llegar a un acuerdo con otros. Pido la devolución de las acciones. Los trabajadores están pasando un momento muy difícil; es dramática la situación. No se juega con el hambre ni con las necesidades de la gente”, sentó posición la mujer.
La fábrica sufrió un quiebre financiero y una gran baja de ventas. El primer colapso se remonta a 2014 y tiene origen en la caída de un contrato con Venezuela para la producción y venta de 250 cosechadoras al país caribeño, poco después de que falleciera Hugo Chávez . Tras eso, la firma denunció que pasaba por una crisis económica y financiera y pidió a la nación acogerse a un proceso preventivo de crisis.
Rossi Vassalli cedió las acciones para que la empresa siga funcionando. “La gestión que hicieron no llegó a buen puerto. No puedo hacerme cargo de la empresa, no tengo espalda. Por eso pido la revocación del contrato y que me devuelvan las acciones para poder negociar con otros grupos interesados. Mi abuelo y yo siempre tuvimos una buena relación con los trabajadores. Con aciertos y errores”, sostuvo Mariana.
Y concluyó: “Son negociaciones que van a llevar su tiempo. Queremos buscar una solución viable”.
La historia
Vassalli es una de pocas fábricas de cosechadoras del país, y emplea actualmente a unos 350 operarios.
Fue fundada en 1949 por Roque Vassalli cuando trasladó un taller de reformas desde la Cañada del Ucle, en el departamento General López, para armar en Firmat una planta modelo. Pronto se transformó en polo de desarrollo tecnológico y productivo a escala nacional. En la actualidad está en manos de los distribuidores cordobeses que compraron el 75 por ciento a los descendientes de don Roque. El 25 restante quedó en manos de la familia.
El conflicto
La crisis de Vassalli se extiende desde hace tiempo. El año pasado, los nuevos titulares de la firma habían planteado la necesidad de ofrecer retiros voluntarios para achicar el plantel de 500 trabajadores con el que contaba la empresa, al considerar que la cantidad de empleados no era compatible para sostener el funcionamiento. Eso fue lo que generó el conflicto, que luego se agudizó con la falta de pago del salario de los obreros desde el mes de febrero.