Una descripción posible de Nicolás Dujovne podría comenzar señalando que realizó sus estudios en economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y luego hizo lo mismo, quizás con otros objetivos, en la Universidad de California. Que también hizo un curso de posgrado en la Universidad Torcuato Di Tella y fue profesor tanto en la UBA como en la Maestría en Finanzas de la Di Tella. Todo indicaría que este hombre de 51 años tiene una formación sólida.
De todos modos se impone la pregunta: ¿para qué?
Se puede repasar que el hombre fue funcionario de la secretaría de Hacienda de la Nación entre 1997 y 1998 como jefe de asesores de Pablo Guidotti, vice ministro de Roque Fernández y secretario de Hacienda durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. También se desempeñó como director de Papel Prensa por parte del Estado y como representante del ministerio de Economía en el Banco Central. Desde 2001 hasta 2011 fue economista jefe del Banco Galicia. Trabajó en diversas consultoras hasta que en 2014 fundó su propia consultora financiera y especializada en macroeconomía, desempeñándose allí como director. También fue consultor del Banco Mundial en Buenos Aires y Washington.
En sus ratos de ocio fue columnista en el diario La Nación y en el canal de televisión Todo Noticias (TN) del Grupo Clarín, donde fue co-conductor del programa Odisea Argentina junto al periodista Carlos Pagni.
Cercano a Mauricio Macri, por su relación estrecha con Mario Quintana, Dujovne se desempeñó en los equipos técnicos de la Fundación Pensar, la usina de ideas del PRO. En 2012 también era asesor del bloque de la Unión Cívica Radical del Senado, formando parte de la planta temporaria.
El (¿súper?) ministro de Hacienda tiene experiencia en la gestión pública: a los 32 años fue delegado ante el Banco Central del ministerio de Economía que dirigía José Luis Machinea en el gobierno de Fernando De la Rúa. En 2000, en un seminario del FMI en Washington dijo que, en los 90, la Argentina fue el país que más creció en Latinoamérica.
No hace mucho explicó que “los buitres son como los tiburones, cuando se comen a una persona no son ni buenos ni malos: tienen hambre”.
A mediados de abril la revista Noticias reveló un “conflicto de intereses” en el gobierno de Macri. Dujovne, habría participado del “sinceramiento fiscal” impulsado por el gobierno en 2016.
Si bien en ese momento el ahora ministro no era todavía funcionario, la investigación de Alejandro Rebossio y Rodis Recalt para la revista Noticias plantea interrogantes que hasta el momento no tuvieron respuesta alguna.
Como sea, la investigación periodística da cuenta de un blanqueo de Dujovne de una sociedad y otros activos por una suma superior a 20 millones de pesos.
“Dujovne había entrado al blanqueo y lo había hecho a través de la sociedad Florentine Global. También nos dieron otros datos, que después se comprobó que no eran ciertos, pero estos dos datos los pudimos ratificar por otra fuente de Afip y por dos fuentes dentro del gobierno. Y después, en el propio comunicado oficial que nos mandó el propio Dujovne, hay un reconocimiento implícito de que entró. No lo afirma, pero no lo niega”, afirmó Rebossio en la mencionada nota.
Y agregó: “Hay otra información que nadie nos pudo desmentir hasta ahora, es que el ingreso al blanqueo se hizo a través de esta sociedad, Florentine Global, que está a nombre de Dujovne en la declaración hecha en la Oficina Anticorrupción. Cuando alguien entra a la administración pública tiene que hacer una declaración jurada. En este caso es al 3 de enero de 2017, cuando él fue designado en el Boletín Oficial como ministro. En esta declaración jurada aparecía efectivamente esta sociedad llamada Florentine Global. Aparecía como una sociedad en el exterior, y no estaban claras muchas cosas sobre la misma”.
Recientemente, Dujovne tuvo una incómoda y acalorada discusión con Eduardo Feinmann en la “mesa” de Mirtha Legrand sobre el tema tarifas y la inflación.
El ministro de Hacienda figura en la lista de compradores de dólares a futuro que difundió el periodista de C5N, Iván Schargrodsky y también firmó la solicitada pidiendo la remoción del juez federal Daniel Rafecas por no abrir una causa contra la ex presidenta Cristina Fernández Kirchner, en base a la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman.
De fluido francés fue el designado por el gobierno nacional para negociar con el FMI y lo hizo en ese idioma con Christine Lagarde, ni más ni menos, hace apenas unos días.
Un dato final de una historia promete nuevos capítulos: Nicolás es el hijo de Bernardo, ex decano de la Facultad de Arquitectura y constructor de la cilíndrica torre de Trump en Punta del Este. Pero sus vínculos con el estadounidense no terminan ahí: el ministro está casado con Carolina Yellati, la hermana de Moisés, el socio argentino de Donald Trump en la Argentina.