“El entretenimiento les va a llegar igual, no se preocupen”, les dijo Pedro Saborido a sus hijos cuando un viento fuerte entró por la ventana del piso doce en el que vive, embolsó un cuadro y tiró el televisor. Con la caja boba en el piso el escritor y humorista, dupla creativa de Diego Capusotto en Peter Capusotto y sus videos, lanzó una afirmación: “No vamos a comprar otro”. Es que, para él, el entretenimiento y la información llegan igual.
“Me subí a un taxi y en la radio decían que Macri va a reunir a seis gobernadores, me informo, pero no decido informarme. Soy un informado pasivo”, ejemplificó.
Es que “la información te persigue, está en el aire”. “Te enteras de otra manera. No estoy en contra de que la gente se informe, ojo –advirtió– Lo digo porque últimamente en esta intensidad de opciones que hay que tomar, está la suposición de que vos al no hacer algo, automáticamente lo denostás o estás en contra. Y no es así”.
Saborido pasó por la redacción de El Ciudadano antes de la presentación de su libro Una historia del fútbol en Rosario, los primeros días de mayo, un material que propiciará su presencia hoy en la mesa de diálogo “Escribir desde el fútbol” en el marco de la Feria Internacional del Libro. Él se informa, se entretiene, pero hace años que vive sin televisión. “Muchas veces miro los tweets de algunos periodistas y me entero. Con el entretenimiento pasa lo mismo. No es snob, es mi vida. Escucho música y leo. Me entretengo con otra cosa”, aclaró.
https://www.youtube.com/watch?v=SmdS_DS97W0&t=4s
Las creaciones de Peter
Cuando habla de su trabajo con Diego Capusotto, un programa que pasó por varias señales de televisión y cuyas 12 temporadas están en la página web oficial, habla de “intuición”. “Hay algo intuitivo que hacemos con Diego que es no hacer actualidad pura, sí hay referencias a una época, pero nunca a algo de la semana. Por ejemplo, hicimos el sketch de una banda que se llama los Jóvenes PordioCEOs, es lo más actual que hicimos, sobre los Ceos, pero es algo de época no de ayer”, aseguró y explicó: “Lo que pasó fue que lo que grabábamos un día no sabíamos si iba a salir esa semana o tres meses después, pero nos dimos cuenta que haciendo así no estábamos compitiendo con los tuiteros, ni con la televisión, la radio y sobre todo, no estábamos compitiendo con las redes sociales”.
“De cinco mil tipos tirando memes va a haber ideas que estén buenas. La misma red las va filtrando, se va haciendo como un casting. Si tengo que hacer humor de actualidad termino compitiendo contra seis mil tipos. Entonces no juego en esa liga. Pero fue intuitivo, no fue una decisión”, aclaró.
La actualidad de la mirada
Más allá de esa no intención de imprimirles actualidad, los videos de Peter Capusotto son replicados en las redes, tomados por el público como una forma de decir algo en un momento en particular. “De hecho, nos rescatan cosas viejas como que fueran actuales. Nos preguntan de quién estamos hablando. ¿Es Macri? No sé, Macri no es el único tipo de derecha, hay un montón que ni siquiera son conocidos. ¿Ese racista es tal? No, está lleno de racistas, Micky (Vainilla) no es Michetti. Después la Michetti dice algo parecido, pero estaba desde antes. El Macrismo estaba antes que Macri. No son nuevos, estaban dando vueltas, pero nadie los representaba”, aseguró.
Entre los ejemplos también está Juan Domingo Perdón. “Era un juego de palabras sobre un costado cínico de un político que hacía todo mal y después lo único que hacía era pedir perdón. Lo habíamos hecho en la época se decía que Cristina (Fernández) era muy soberbia y no pedía perdón. Pensamos en qué pasaba con un tipo que se manda mil cagadas y después terminaba pidiendo perdón. Es como esa gente que dice «es un hijo de puta, pero es transparente». Lo reconoce. ¿Por qué tengo que reconocerlo? Prefiero al otro que por lo menos me trata de engañar. Se toma el trabajo”.
El humor y su espacio
La charla vira al humor como género, algo que para Saborido “no es ni bueno ni malo, sino una forma, un color”. “Es algo que se define por lo que provoca. En sí no es un síntoma de inteligencia, ni todo humor es de por sí bueno. Esa confusión hace que muchas veces se quiera encontrar en el humor sabiduría o algo que no tiene por qué haber”, opinó y analizó: “En una época el humor sano, para toda la familia, condenaba a la crueldad a un montón de gente. Consistía en reírse de la suegra, del anciano o del chicato. Pero nadie le preguntaba al chicato si se divertía con eso”.
“El humor es todo el tiempo matiz porque juega con sensibilidades, por eso hace reír. Es empatía pura”, agregó.
Escribir de fútbol
“Hice un libro de fútbol. Me metí en un territorio donde no hay cuestiones políticas. Juego. Puedo meterme en un territorio en donde hacer un chiste no es ni despreciar ni agredir sino simplemente jugar con las posibilidades. Acá (en Una historia del fútbol) no se nombra a nadie. Hay sólo dos o tres personajes que existieron”, contó.
Al libro, Saborido lo armó paso a paso, a partir de un pedido. Tenía que escribir un cuento para una revista de fútbol, así que esa fue su temática. “Después vino otro y otro. Ahí se fueron juntando cuentos. Fue todo una casualidad. El libro es hijo de que empecé a caminar pensando en hacer una cuadra y de repente eran kilómetros. Nunca dije voy a caminar kilómetros”.
Una forma de trabajar
La de caminar cuadras y terminar haciendo kilómetros es la forma de trabajo de Saborido. “Entonces apareces en lugares que no tenías pensado aparecer y son agradables”, dijo. “Pero sobre todo no tenés presión. Cuando querés hacer algo que esté buenísimo es posible que te esfuerces tanto que quede un híbrido. Es como conocer a alguien en una cita o conocerlo de a poco. Muchas veces uno no se permite que las cosas ocurran. Es como una negociación con la realidad sin que eso sea transar”, aclaró.
Consultado sobre si esa forma de trabajar evita el fracaso el escritor definió: “El fracaso tiene que ver con la expectativa. Si le voy poniendo expectativas a las cosas que voy haciendo ellas traen en sí el germen del fracaso. No digo que no haya derecho a soñar, pero estás poniendo la condición de que lo querés alcanzar y eso tiene, obviamente, la otra posibilidad que es que no lo hagas. El fracaso es la construcción cotidiana de lo que no es, de lo que no llega. Estamos todo el tiempo fracasando”.
Para agendar
Este viernes, a partir de las 20, tendrá lugar en el Centro Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080) la mesa de diálogo “Escribir desde el fútbol” de la que participarán Pedro Saborido, Víctor Tevah, Ernesto Cune Molinero y Alejandro Turner con la coordinación de Laura Vilche. Entrada libre y gratuita.