Este martes, en Tablada, empezó a develarse el modo en que actuará el refuerzo de Gendarmería que, con nutrida presencia de funcionarios nacionales, se presentó un día antes: el personal federal realizó durante la mañana un operativo de “saturación” en el barrio de zona sur que incluyó requisas a todo aquel que se cruzara con los uniformados. Los gendarmes sometieron a cacheos, pedido de documentos y revisación de pertenencias a peatones y conductores de motos y vehículos.
Según relataron vecinos, los efectivos de Gendarmería “paran a todo el mundo”. Motos, autos, peatones, son objetos de celosas requisas y pedidos de documentos. En Grandoli y Seguí, por ejemplo, zona caliente de Tablada, unas 5 patrullas de Gendarmería y varios efectivos operaban como dique de control parando a todo vehículo.
En la zona del Seguí y el puente, los federales posaron su atención en dos hombres que llevaban bolsas tipo consorcio con –se supo tras la requisa– ropa en su interior.
“Hasta revisan los baúles de los autos”, se sorprendió otro de los habitantes de Tablada. “Ojalá anden también por la noche”, deseó otro.
El cuarto desembarco de Gendarmería, luego de un primer arribo de las fuerzas federales en 2014 y los siguientes de 2015 y 2017, ya se siente en las zonas que desde el Ministerio de Seguridad de la Nación y la provincia apuntan como las más “calientes” en términos de la violencia letal que recrudeció en la ciudad durante este 2018. Desde enero, de acuerdo a las estadísticas oficiales, hubo 96 homicidios. La mayoría de ellos –según la Fiscalía– fueron consecuencia de disputas territoriales vinculadas directa o indirectamente con el narcomenudeo.