El ministro de Defensa, Oscar Aguad, negó este miércoles de plano la posibilidad de que las Fuerzas Armadas actúen en «represión interna» del delito, luego de la polémica que generó el anuncio del presidente Mauricio Macri respecto de las nuevas atribuciones que buscará otorgarles a los militares en operaciones de seguridad interior.
«No hay ninguna posibilidad de que las Fuerzas Armadas actúen en ningún tipo de represión interna ni ninguna participación en el control de los espacios internos ni actuar en materia de seguridad», aseguró Aguad.
Tras el mensaje que el presidente Macri pronunció este martes por el Día del Ejército, en el que se mostró partidario de que las Fuerzas Armadas brinden «apoyo» a las fuerzas de seguridad para «cuidar a los argentinos», el ministro explicó que aún no hay definiciones al respecto y que recién dentro de dos semanas se analizará el tema a fondo, en el marco de la próxima reunión de la mesa de seguridad nacional.
«El mes que viene se va a dar a conocer cuál es el nuevo rol de las Fuerzas Armadas. En ese nuevo rol no solamente está el equipamiento. Además, los cambios de planes de estudio de las escuelas militares», precisó el funcionario en declaraciones a radio Mitre.
Según trascendió, en principio el objetivo será la participación de militares en la custodia de las fronteras o de recursos naturales estratégicos, lo que permitiría desplazar de esos puestos a la Gendarmería: para ello se deberá primero revocar el decreto que firmó el entonces presidente Néstor Kirchner en 2006 y que dispuso que «el sistema de defensa debe orientarse estructural y organizativamente hacia la conjuración de situaciones de agresión externa perpetradas por Fuerzas Armadas de otro Estado».
En medio de las críticas de organismos de derechos humanos y referentes de la oposición, Aguad advirtió que «la defensa no se puede pensar en el corto plazo como la seguridad», pero consideró que «lo que no puede pasar es que la Argentina no tenga unas Fuerzas Armadas preparadas para los desafíos en que vivimos».
«En este momento, hay organizaciones terroristas que están instaladas en la Triple Frontera que si bien están controladas son una amenaza nueva», ejemplificó respecto de lo que será uno de los objetivos en el nuevo esquema de las FFAA.
El ministro indicó, al respecto, que «una cosa es lo que pasaba en el siglo pasado con las hipótesis de conflicto que tenían las Fuerzas Armadas, que están en la Ley de Defensa» y otra cosa «son las amenazas nuevas que existen en el mundo que ya no tienen nada que ver con esas hipótesis de conflicto».
Según consideró, las amenazas «pueden ser fuerzas terroristas, crimen organizado del narcotráfico, pueden ser ataques cibernéticos», por lo que «tenemos que adecuarnos a estos nuevos desafíos» mundiales.
«El decreto 727 trae una limitación. Sólo dice que las Fuerzas Armadas pueden actuar contra un ataque extranjero. Ésto es una limitación a la defensa que yo entiendo hay que suprimir. Hay que volver a la ley de defensa sancionada en el año 88», agregó.
Por ejemplo, señaló que «Argentina tiene unos 140 pasos ilegales en la frontera» y que «son pasos donde pasan personas y mercadería sin mucho control», por lo que «las Fuerzas Armadas pueden mediante entrenamientos y ejercitaciones ocupar esa parte del territorio».
Respecto de las críticas de las agrupaciones de derechos humanos, que advirtieron sobre los «riesgos» de que las FFAA intervengan en operaciones de seguridad interior, Aguad subrayó que las Fuerzas Armadas «están absolutamente subordinadas a la Constitución y el poder político».
«Es una Argentina de los años ‘70, una Argentina vieja que quedó en el pasado. Estas son otras FFAA donde la mayoría de sus integrantes han nacido en democracia. Están absolutamente subordinadas a la Constitución y el poder político. Yo no creo que en los últimos treinta años haya habido ningún hecho que tenga que ver con los DDHH que hayan participado las FFAA», subrayó.
Y completó: «Hay que dejar de pensar en el pasado, hay que pensar en los desafíos que tenemos hacia adelante, tenemos que cuidar la territorialidad de la Argentina, cuidar su soberanía, su independencia, cuidar nuestro ciber espacio. Hoy la guerra tecnológica es una prioridad y va a tener el monopolio de las guerras futuras. Tenemos que prepararnos para eso. No estamos en condiciones hoy de defender tecnológicamente a la Argentina, somos muy vulnerables».