La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) advirtió este miércoles que la actividad manufacturera de la provincia está «en la puerta de una nueva recesión» y alertó que «las recientes turbulencias macroeconómicas agravaron las condiciones para el desenvolvimiento» del sector.
La entidad dio a conocer su informe de actualidad industrial, en el cual aseguró que «la importante y descontrolada depreciación de la moneda nacional, los fuertes incrementos de tasas de interés, junto a los reiterados ajustes de tarifas de servicios, deprimen la oferta industrial y la demanda».
La cámara empresarial informó que la producción fabril en Santa Fe registró durante abril un incremento de apenas 0,3% interanual, lo que marca una fuerte desaceleración, y acumuló en el primer cuatrimestre un alza de 2,2% interanual.
En el informe, sostuvo que «los altos costos financieros limitan el acceso al crédito necesario para la recomposición del capital de trabajo, la comercialización de la producción –especialmente de bienes de capital y otros de consumo duradero–, y la concreción de inversiones».
«La desvalorización del peso comprime los ingresos por ventas de las operaciones realizadas a plazo. Complementariamente, la rígida oferta de insumos ampliamente nominados en moneda extranjera exacerba la presión sobre los costos de producción en numerosos sectores, incluso los agroindustriales», agregó.
Alertó que «este grave escenario resulta particularmente perjudicial para las pequeñas y medianas industrias debido a su escasa capacidad para trasladar los mayores costos a precios, propiciándose así una mayor una vulnerabilidad empresarial».
Según la entidad, la desaceleración en algunos sectores dinámicos como la maquinaria agrícola (la comercialización de implementos de origen nacional cayó 22% interanual en el primer trimestre de 2018) y los anuncios de recorte de gasto en la obra pública, restringe las posibilidades de continuar por el sendero de la recuperación (en el primer trimestre la industria en Santa Fe se había expandido 2,8% interanual).
«La demanda esperada de bienes industriales se encuentra claramente dañada ante la notoria caída del poder adquisitivo, las elevadas tasas de interés, las crecientes importaciones (+19,3% interanual en volumen al primer cuatrimestre de 2018), y los próximos incrementos de tarifas», consideró Fisfe.
Aseguró que «este conjunto de factores, junto a los aún desfavorables efectos climatológicos en ciertas actividades agroindustriales, presagian un escenario recesivo para la industria santafesina».