Mientras todos los planteles terminan de ajustar los últimos detalles de cara al debut, Argentina vive la incertidumbre de saber si es o no uno de los “cucos” que jugará en Rusia.
La gran pregunta pasa porque tenés el ancho de espadas que es Lionel Messi, pero llega más solo que otras veces, pese a estar rodeado de individualidades. La clasificación en Ecuador la consiguió en una noche épica donde sus tres goles le sirvieron a la Albiceleste para conseguir su boleto. ¿Será suficiente con eso para lo que se viene?
Argentina necesitará otra vez la inspiración de Messi en un “mini torneo” de siete fechas, donde se medirá con equipos ya formados como Alemania (defensora del título y verdugo nacional en las últimas Copas del Mundo), las jóvenes Inglaterra y Francia (con historia pero en el presente compuesta de muchos “joyitas” que viven un recambio), una Bélgica que necesita dar el salto de calidad, la España convulsionada tras la salida de Lopetegui de la conducción táctica a horas del debut, los sudamericanos con la ilusión como bandera y fuera de todos Brasil, ese que desde la llegada de Tite arrasa con todos y que aprovechando las flaquezas de los demás, quiere lograr el hexacampeonato.
Contra todo ello y más deberá luchar Messi y su Argentina, esa que entró casi “por la ventana”, con un nivel muy flojo de varios “referentes” y con un papelón ante España (goleada 6-1 en contra) que hace pensar lo peor del elenco que dirige Jorge Sampaoli.
Messi es la esperanza en Rusia, será él contra el resto, esos que quieren arrebatarle el sueño de levantar la Copa, esa que tanto desea y merece.