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El estigma de Pelo Duro: imputan a familiares

Su familia se fue del barrio. Ahora acusan a su madre y a uno de sus hermanos de usurpar un departamento que ellos dicen que compraron. Y de ocultar a un pibe de 14 años al que se lo señala como parte de la banda Funes-Ungaro

A Carlos Jesús Fernández se lo conoce en la jerga policial como Pelo Duro. Está preso como parte de la banda de los Funes-Ungaro, y le atribuyen además un homicidio. Este domingo imputaron a su madre y a uno de sus hermanos por la usurpación de una vivienda y por esconder a Luciano, un menor que era buscado por la Justicia. Ambos, quedarán detenidos hasta el 6 de agosto por decisión de la jueza Silvia Castelli. Ninguno de los dos tiene antecedentes policiales y además la mujer tiene un trabajo con más de 20 años de antigüedad y su hijo es albañil.

La mujer, Mónica H., tiene otros cinco hijo además de Pelo Duro que aguardaban en la sala de audiencia. No paraban de llorar. La historia de Pelo Duro los expulsó del barrio, donde les resultaba difícil vivir con el estigma. Es que la historia de este pibe que ahora está preso comenzó cuando era muy pequeño en el barrio la Siberia. Sus andanzas, robando a estudiantes universitarios, se apoderaron de los medios, quizás por el singular apodo. “Cada vez que hablan de este pibe se hace más famoso. Recibe cartas de admiradoras en el Irar”, contaba el juez de menores ya fallecido Juan José Carmona, que hasta el año 2009 tuvo al chico a su disposición.

Los hermanos aseguran que no la pasan bien y todos se mudaron. “Una vez le sacaron la moto a uno de mis hermanos, tenía todos los papeles en regla. Y los policías le dijeron «decile a Pelo Duro que te compre otra». Las hijas de Mónica estaban preocupadas y trataban de que su madre no perdiera el trabajo.

La acusación

Mónica y su hijo Brian, de 21 años, fueron detenidos el viernes por efectivos de la Delegación Rosario de la Policía Federal Argentina. Fue a instancias del fiscal de Flagrancia Matías Edery en el marco de la investigación conocida como Los Miserables, que en mayo del año pasado mandó a la cárcel a gran parte de una banda, y también de la pesquisa que puso en foco las usurpaciones en el barrio conocido como Fonavi de Lola Mora e Hipócrates, donde el pasado 26 de junio hubo un desembarco multiagencial del Estado santafesino destinado a poner fin a ese flagelo. En la mañana de este domingo ambos fueron imputados en el Centro de Justicia Penal.

Los federales llegaron al Fonavi, lindero con los barrios Municipal, Tablada y Grandoli, con orden extendida por la jueza Silvia Castelli. Allí, apresaron en un departamento del núcleo 13 –que se determinó había sido usurpado– a Mónica H. y su hijo Brian.

El fiscal Edery detalló que en las investigaciones que lleva adelante aparece un chico apodado Cumpi, que se llama Luciano P., y tiene 14 años, sobre quien pesaban una búsqueda de paradero por parte de su madre y que fue encontrado en ese edificio allanado. Para el fiscal, la acusada y su hijo ocultaban a Luciano, que fue detenido el 27 de junio. A Luciano P. lo acusan de ponerle un arma en la cabeza a una mujer para que se vaya de un departamento. “Era un nene chiquito de unos 13 o 14 años”, declaró la víctima. Para el fiscal, usaron a Luciano P. para que amedrentara y así quedarse con el departamento.

Mónica H. dijo en la audiencia de este domingo que se mudó en el mes de abril al Fonavi luego del allanamiento que dejó detenido a su hijo Pelo Duro, con sus hijos menores. La mujer aseguró que realizó un trámite en la Dirección Provincial de Vivienda, que quedó en entregar al fiscal Edery. Sobre la otra acusación que pesa sobre ella y su hijo aclaró que no tiene relación con el menor Luciano P., que está a disposición del juzgado de Menores acusado por ser un tiratiro de la banda Funes-Ungaro. Los acusados dijeron que no ocultaban al chico, y que no tenían nada que ver con él. Y aseguraron que lo asistieron y que le dieron de comer, pero no lo encubrieron.

De todos modos quedaron presos por 30 días, aunque quedaron en entregar al fiscal la documentación que prueba que gestionaron el departamento donde se mudaron ante la DPV. El defensor, Marcelo Piercecchi, quedó en presentar los papeles ante el fiscal para atenuar la acusación contra sus clientes.

Pelo Duro

Según la pesquisa por asociación ilícita contra la alianza Ungaro-Funes, cuyo enfrentamiento con los clanes Caminos-Segovia ha dejado un tendal de muertos en los últimos 30 meses, a los ahora detenidos se les achaca haber tenido roles diferentes en esa organización, como aportar logística y marcar departamentos pasibles de ser usurpados, para luego ser usados como bocas de expendio de drogas o centros de acopio de armas y estupefacientes.

En julio del año pasado los federales habían buscado en vano a Pelo Duro en este departamento del núcleo 13 del mencionado Fonavi, quien no estaba al momento del allanamiento. Fueron demoradas su madre, otra mujer y un joven, ya que les incautaron dos pistolas 9 milímetros. Horas más tarde, cuando la moradora había regresado, desconocidos atacaron a tiros la puerta del departamento.

Pelo Duro, conocido cuando era un niño en la zona de La Siberia por frecuentes arrebatos a estudiantes universitarios, terminaría preso en diciembre de 2017 en Funes. En esa misma vivienda cayeron meses más tarde su pareja, Solange Correale, y su madre, Daniela Ungaro, en la investigación de asociación ilícita y también por comercialización de drogas.

Pelo Duro está además detenido por un crimen, el de Cristian Ferreyra, ocurrido el 9 de mayo del año pasado en Colón y Biedma. Por el mismo caso están acusados Lautaro “Lamparita” Funes y Marcelo Ezequiel G., apodado Pala.

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