No hay nada más lindo que llenar un álbum de figuritas. Es todo un ritual. Abrir el paquete de manera tal que ninguna se rompa, tachar las que tenemos y anotar las que nos faltan. Pegarlas de forma tal que todos los lados coincidan de forma exacta con los bordes, que nada se salga de ahí. Ojo, no es la única forma. Hay quienes no tachan nada, no anotan y las pegan como sale. Pero la sensación es igual de intensa. La incertidumbre de saber si lo vamos a poder llenar. Los cambios de las “repe” con amigos, conocidos, desconocidos, cualquiera que nos ayude en la misión de completarlo.
Desde siempre, o al menos desde que yo recuerdo, existen dos tipos de álbumes: para ellos y para nosotras. Bien sectario. Azul o rosa. Deportes y autos por un lado. Novelas y princesas por el otro. Ahora existen de dos clases (o al menos son las que más furor causan): las figus del Mundial de Rusia y las de Lol, o como se diga. Todavía no logro descifrar que son esas muñecas que salen millones de pesos y que enloquece a las más chiquitas.
Hace unos días, Anfibia nos interpeló, como suele hacerlo siempre. Esta vez con un video que busca mostrar la invisibilización de las mujeres en el fútbol. En conjunto con Surdelta (un proyecto de periodismo y arte urbano) armaron figuritas del Mundial con una particularidad: en vez de hombres hay mujeres futbolistas. Y se las dieron a niños y niñas de distintas edades que coleccionan figuritas de la Copa del Mundo. Y las reacciones al abrir los paquetes son alucinantes. “Wow”, “¿de dónde sacaste este paquete?, “son jugadoras del álbum”, fueron algunas de las reacciones de los chicos y las chicas. Dos nenas gesticulan emocionadas y dicen que son un paquete de nenas. Un niño que cuenta de que nacionalidades son cada una de las jugadoras. Todos y todas reaccionan ante algo que no se esperaban.
La realidad es que existen mujeres futbolistas, también selecciones de fútbol femenino, pero no hay un álbum de figuritas de ellas. Y puede sonar exagerado para algunos, pero esa es otra forma de invisibilizarnos a todas, y fundamentalmente a ellas, las que estudian, trabajan y encima son las mejores futbolistas del mundo que se calzan las camisetas de sus países y los representan en los torneos internacionales más importantes.