El martes al anochecer, pasadas las 19, el usual ajetreo de la zona de Corrientes y Pellegrini se vio alterado por un hecho de robo que derivó en gresca y la posterior detención de tres cuidacoches. La persona asaltada resultó ser un efectivo de la división Antidrogas de la Policía Federal que caminaba de civil, circunstancia que les jugó una mala pasada a los trapitos: el lugar se llenó de efectivos policiales que, con el tan mentado «espíritu de cuerpo», redujo en un santiamén al trío en situación de calle.
Según fuentes policiales, el trío de trapitos asaltó a punta de cuchillo a un hombre, el cual entregó el celular y luego, para sorpresa de los atracadores, se identificó como policía y mostró un arma. Enseguida, otro agente que caminaba de civil auxilió a su colega. La secuencia derivó en una violenta gresca durante la cual el federal logró reducir a uno de los cuidacoches. Poco después llegó una patrulla de la Brigada de Orden Urbano (BOU) que tras unas cuantas corridas redujo a otros dos, no sin antes propinar unos puñetes y patadas.
Mientras eran trasladados en un móvil policial –siempre según fuentes oficiales–, uno de los detenidos intentó autolesionarse golpeándose la cabeza contra los vidrios del patrullero, que los trasladó la seccional 2ª. Allí, luego de identificarlos, por medio de una requisa se halló el teléfono celular robado en las ropas de Raúl Alexis R., de 39 años. Resultó, además, que sobre este hombre pesaba un pedido de captura. Al parecer, había sido condenado y no regresó de una salida transitoria del penal.