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“Lo que hoy llaman grieta no es una diferencia de clase”

Berta Temporelli señaló que muchos trabajadores perdieron la conciencia que tenían en tiempos de Juan Domingo Perón. La autora del libro "Una piba peronista", repasó su militancia en el justicialismo en diálogo con El Ciudadano

El lunes pasado se cumplieron 10 años del voto “no positivo” del entonces vicepresidente Julio Cobos, que enterró el proyecto de retenciones móviles del gobierno de Cristina Kirchner; la famosa 125. A partir de ahí, comenzó una marcada división en la sociedad entre kirchneristas y antikirchneristas que los grandes medios porteños se encargaron de plasmar como “la grieta”. La militante histórica del justicialismo rosarino Berta Temporelli, autora del libro Una piba peronista recordó que esa división data desde muchas décadas atrás, aunque, según analizó en diálogo con El Ciudadano, las diferencias eran “de clase”.

Temporelli se crió en barrio Tablada. “A los 11 años vi cómo derrocaban a Juan Domingo Perón”, dijo la docente jubilada. Más tarde, en los 60, comenzó a militar por el retorno del líder del justicialismo. Después del golpe de estado de 1976, ella y su esposo fueron perseguidos por la dictadura cívico militar y se exiliaron en Paraguay.

-¿Cómo convivían en Rosario peronistas y antiperonistas?

-Cuando los hijos de los trabajadores tuvimos acceso a los estudios medios, comencé a ir al Normal 1. Mis compañeras de los barrios más acomodados, a quienes actualmente llamo cariñosamente “las chetitas”, nos preguntaban si éramos peronistas y murmuraban cuando les respondíamos que sí. Ahí sentí por primera vez la discriminación de clase. Pero al mismo tiempo fui construyendo una conciencia y entendiendo por qué mis padres eran peronistas y qué representaban los que se oponían.

-¿Es algo parecido a la división actual entre kirchneristas y antikirchneristas?

-Lo que hoy llaman “grieta” no es de clase, sino algo más complejo. Muchos trabajadores perdieron la conciencia de clase y los jóvenes no quieren involucrarse; hay individualismo. Ahora todo está muy segmentado.

-¿Sintió que con el kirchnerismo se recuperaron los valores de Perón?

-Yo reivindico al kirchnerismo. Sus políticas cambiaron la realidad de muchos barrios humildes y es evidente que ahora se está retrocediendo otra vez. Sin embargo, me permito hacer ciertas críticas a accionares de grupos o personas que formaron parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

-¿Cómo vivió el retorno de Perón, su tercer gobierno y el período posterior a su muerte?

-A partir de la vuelta de Perón tuve una serie de sentimientos encontrados. Surgieron diferentes enfoques entre los distintos grupos del peronismo y el que yo integraba decidió apoyar hasta las últimas consecuencias la democracia, por más que nos oponíamos a las medidas que se tomaban. Respeto a los compañeros que se jugaron la vida por lo que creían y muchos de ellos fueron víctimas de la Triple A, que los secuestró y torturó. Fue muy doloroso todo lo que pasó y tenemos que hacer una autocrítica. Fuimos generaciones atravesadas por la violencia.

Berta Temporelli presentó su libro Una piba peronista el 13 de julio pasado en la sede del sindicato de Dragado y Balizamiento, ubicado en Deán Funes 1080. Allí, además de referentes sindicales, estuvieron presentes dirigentes políticos como los concejales justicialistas Norma López y Eduardo Toniolli.

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