Zimbabue inaugura una nueva página de su historia con la celebración de las primeras elecciones en casi 40 años sin Robert Mugabe, unos comicios que debería ganar su antiguo brazo derecho y sucesor Emmerson Mnangagwa.
A la cabeza del país desde su independencia en 1980, Mugabe, hoy de 94 años, fue empujado a renunciar en noviembre por el ejército y por su propio partido, Zanu-PF.
Los generales y caciques del régimen instalaron en su trono a uno de sus allegados, el ex vicepresidente Mnangagwa, de 75 años, que espera confirmar en las urnas su autoridad sobre el país para los cinco próximos años.
Su principal rival es el joven líder del Movimiento por un Cambio Democrático (MDC) Nelson Chamisa, un abogado de 40 años que quiere encarnar el cambio y la ruptura con el antiguo régimen.
Respaldado por el ejército, el partido gobernante y la prensa estatal, el jefe de Estado aparece como favorito ante un Chamisa que denuncia irregularidades.
“Muy probablemente, Emmerson Mnangagwa debería conservar el poder tras las elecciones del 30 de julio, lo que permite augurar un periodo de estabilidad política y de reformas económicas”, anticipó, entre otros, el centro de análisis BMI Research.
Pero la publicación en la recta final de la campaña de un sondeo que da una diferencia de sólo tres puntos –40% contra 37%– en intención de voto entre el presidente y su contrincante podría anunciar una contienda más reñida de lo previsto.
Si ninguno de los 23 candidatos –un récord– supera el lunes el 50% de los sufragios, habrá una segunda vuelta el 8 de septiembre.
Mugabe pide votar a la oposición
En vísperas de las elecciones presidenciales, el ex mandatario Robert Mugabe realizó una sorpresiva aparición ante la prensa para pedir a los ciudadanos votar por la oposición y no por el partido que él mismo fundó, pues fue ese mismo sector el que lo sacó del poder. Mugabe, quien gobernó el país con mano de hierro entre 1980 y 2017, expresó que votará por la oposición pues no desea apoyar a aquellos que “lo atormentaron”, tras el golpe de Estado que lo sacó del poder en noviembre de 2017.
“No puedo votar por los que están en el poder”, dijo Mugabe, que hoy tiene 94 años, en su primera aparición desde que fue expulsado del poder por una intervención militar. Presionado por los periodistas sobre por quién votará, Mugabe dijo que el líder opositor Nelson Chamisa, del Movimiento por el Cambio Democrático es la única opción viable en las elecciones.
Por eso exhortó a votar por Chamisa, para echar del poder al “gobierno militar” instaurado por quien fuera su sucesor, el vicepresidente Emmerson Mnangagwa, miembro del partido gobernante.
“Espero que la elección saque al gobierno militar y nos devuelva el orden constitucional. Escuchemos la voz del pueblo diciendo que nunca más deberíamos experimentar un periodo en el que al ejército se lo use para echar a alguien del poder”, señaló Mugabe, quien parece haberse olvidado de que el dominio del país lo tuvo siempre gracias al ejército, y que lo utilizó para perseguir a sus enemigos políticos durante los casi cuarenta años que estuvo en el poder.
El ex mandatario todavía ejercer una gran influencia en ciertos sectores, sobre todo en la población rural, por lo que sus declaraciones podrían mover el resultado de las elecciones, en las que por primera vez, desde que Zimbawe se independizó de Inglaterra, el nombre de Mugabe no aparecerá impreso en los votos.