Soplan nuevos aires en la masonería inglesa. La Gran Logia Unida del Reino Unido (Ugle, en sus siglas en inglés), formada únicamente por hombres desde su fundación en 1717, publicó una nueva política que admite a personas transgénero. Así, las mujeres podrán seguir en la institución si se unieron anteriormente a ella como hombres, mientras que un hombre que hubiera sido mujer antes de la transición también tendrá las puertas abiertas a esta sociedad que en su día fue ultrasecreta y hoy conserva la discreción.
El grupo, aferrado a la tradición durante siglos, reconoce de algún modo que la cuestión del género femenino y masculino no está tan definida como creía. “Un francmasón (como también se denominan) que después de la iniciación deja de ser hombre no deja de ser masón”, afirma el comunicado de la Ugle, el organismo rector de la mayoría de los masones en Inglaterra y Gales que cuenta con 200.000 miembros.
Existen organizaciones masónicas femeninas o mixtas, pero la masonería llamada “regular” o “inglesa” sigue sin reconocerlas. Una persona que se una a una logia de este tipo debe ser hombre, pero una solicitud de una persona que “se ha convertido en hombre” debe ser tratada “de la misma manera que para cualquier otro candidato masculino”, según dicta la política de UGLE, enviada a sus logias locales hace dos semanas.
Tras reconocer que vivimos en una “sociedad cambiante”, el texto ordena que los asuntos sobre “reasignación y transición de género” deben tratarse con amabilidad y tolerancia”.
En Reino Unido aprobó una ley destinada a prevenir la discriminación contra las personas que fueron reasignadas.
La masonería comprende una sociedad secreta de ámbito internacional y estructura jerárquica basada en la fraternidad entre sus miembros, los cuales se agrupan en logias y hacen uso de ritos y signos emblemáticos. La masonería ejerció una gran influencia política en la Europa del siglo XIX.