Este viernes la concejala Norma López junto a su equipo de género, acompañadas por el movimiento Mumalá, Familiares Atravesados por la Violencia de Género y la ex defensora pública federal Matilde Bruera, presentaron datos estadísticos sobre femicidios: detectaron una nueva tendencia vinculada con las muertes violentas de mujeres en contextos de disputas territoriales y balaceras. La concejala describió que en Santa Fe, desde enero de este año al 31 de julio, hubo 24 muertes por violencia de género en el territorio. Un número muy alto, aseguró. Agregó que en Rosario se produjeron 10 de esos crímenes, de los cuales 2 fueron por femicidios íntimos (es decir cometidos por personas del círculo íntimo de la víctima con quienes tuvo una relación sentimental o sexual, explicaron), 1 en ocasión de robo y los otros 7 fueron por balaceras y situaciones que tienen que ver con la disputas territoriales o la narcocriminalidad, aseguró. López consideró que estos datos muestran un cambio de perfil y siguiendo la línea de la Unidad Fiscal que trabaja el tema de género en la Procuraduría General de la Nación (Ufem), que este año presentó un protocolo al respecto, propone considerar las muertes violentas de mujeres en contextos de economías delictivas o narcocriminalidad como femicidio.
Desde el año 2011 la concejala del Frente para la Victoria y su equipo relevan femicidios a partir de las noticias periodísticas. Afirmaron que mes a mes es alarmante el aumento de esas muertes que la sociedad va naturalizando. Este viernes la edila presentó los datos recabados durante los primeros siete meses del año, en una actividad que compartió con la jurista Matilde Bruera y otros integrantes del equipo de género, Sofía Botto (coordinadora de Mulalá Rosario) y familiares de víctimas, quienes recientemente crearon la organización Familiares Atravesados por el Femicidio – entre ellos Eva Domínguez, cuñada de Vanesa Celma; Hugo Capacio, padre de Daiana, la hermana de Nadia Benítez y familiares de Jésica Olivera–. El informe señala que hubo 24 femicidios, 10 de los cuales se produjeron en Rosario, aunque resaltaron que a partir de 2015 aumentaron las muertes violentas de mujeres en contextos de criminalidad organizada.
López explicó que en 2017, en toda la provincia, hubo 38 femicidios y en lo que va de este año ya son 24; también relevaron que en la provincia de Buenos Aires este número trepa a 55 y en estos meses de 2018 hubo 166 femicidios en el país. Santa Fe tiene el triste segundo puesto.
De los 24 crímenes en la provincia, el equipo hizo un detalle de los 10 casos que tuvieron lugar en Rosario: el femicidio de Sofía Barreto (con Luis Tourn fueron tiroteados en Seguí y Grandoli el 1º de enero cuando cenaban en la vereda con otras personas. Al día siguiente, mataron a Margarita Ángela Gómez, en Patagones al 3900. La víctima era empleada de la Dirección de Tránsito. Llegaron a su casa buscando a un hombre y tirotearon el frente. Se sumó el caso de Marcela Díaz, a mediados de enero: era hermana de Rubén «Tubi» Segovía, acusado por tres homicidios y asesinado en abril a traición en su celda de la cárcel de Coronda.
María del Rosario Vera apareció calcinada en enero, en un volquete en Felipe Moré y Gaboto. Por el caso hay dos hombres involucrados: uno es policía. En abril fue asesinada a puñaladas, en plena calle, Alejandra Esquivel. A fin de ese mes, Jésica Olivera fue golpeada y apuñalada en la vía pública por su pareja cuando ambos volvían de un cumpleaños de 15. A fin de ese mes se produjo el femicidio de María Celeste Encina: tres días antes había sido internada con el 30 por ciento del cuerpo quemado. Su novio fue acusado de rociarla con alcohol y prenderla fuego. En junio María Ester Díaz fue asesinada en la cocina de su casa en zona sur; por el hecho está preso su hijo. Maite, una nena de 5 años, recibió un balazo cuando dormía en julio último: dos personas en moto pasaron y tirotearon la casa en Avalos y Larralde. Alejandra Soledad García fue asesinada en Virasoro y Felipe Moré: aparentemente un trueque de casas con un hombre fue el motivo. Balearon el frente de la vivienda y la mataron.
Para el equipo de López todos estos casos son muertes violentas de mujeres en los que se registra un patrón vinculado con balaceras y las disputas territoriales, lo que genera una nueva tendencia.
«Nosotros necesitamos incorporar estos hechos como femicidios», refirió López y agregó que además la Ufem creó un protocolo para la investigación y litigio de casos de muertes violentas de mujeres (femicidios) que aporta una herramienta de recolección de datos y tipificación de asesinatos de mujeres y considera las muertes violentas de mujeres en contextos de economía delictiva o narcocriminalidad como femicidios», explicó, para concluir: «Es una mirada que nosotros aportamos porque ha cambiado también el perfil de los casos».
«En este año, no es que la violencia de género intrafamiliar, el femicidio de varón a mujer, haya variado sino que además hemos encontrado una variedad de crímenes que tienen que ver con la ausencia del Estado en la protección de las mujeres», refirió, para de inmediato agregar: «En este nuevo contexto las balaceras están a la orden de día, hay distintos sectores que se han expedido por esta situación, incluso el Ministro de Seguridad ha hecho distintas propuestas y declaraciones. No podemos dejar de mirar también cómo estos hechos impactan en la vida de las mujeres».
La intención de López es ofrecer algunos datos, obtenidos por el equipo de género que la acompaña y la Corriente Nacional de la Militancia, bajo los criterios de la convención de Belem de Pará y la declaración sobre femicidio de 2018. Cerró la concejala: «Hay otros registros que miran estas situaciones, por ejemplo los vinculados con los y las menores, entonces para la mujer también hay tener esta mirada porque nos estamos encontrando con un panorama diferente».
