Una viuda que fue denunciada varias veces por los hijos de su ex marido presentó un habeas corpus en la Justicia. Los abogados que representan a la mujer solicitaron que cese lo que definen como un amedrentamiento por parte de la Fiscalía a su clienta. “Hace más de un año que la fiscal de Delitos Económicos está investigando a mi clienta por una presunta adulteración de una cesión y de un poder vinculado con una empresa uruguaya que nunca se usó y nunca se la imputó. Además, hubo situaciones que no están claras en el accionar de la Fiscalía», describieron los abogados Guillermo Muratti y Daniel Ojeda. Este martes el juez de Cámara Daniel Acosta emitió un decreto para solicitar a la Fiscalía que explique la situación en que se encuentra Mirta Peralta con respecto a la causa. «Es lo que venimos solicitando: que el Ministerio Publico de la Acusación (MPA) presente las pruebas o que archive la causa”, explicaron, de inmediato dijeron: “Ella sólo quiere que todo esto termine, para poder llorar a Elio (Wainberg) en paz”.
Elio Wainberg dividió su vida entre la empresa Salinera Austral y la música, donde llevaba el nombre artístico de Marco Antonio Denis. En sus canciones siempre estaban presentes los boleros y la situación de los inmigrantes, en un homenaje a su padre. Fue muy conocido en el ambiente artístico por participar en shows con Violeta Rivas y Néstor Fabián y hasta llegó a compartir escenario con Armando Manzanero, con quien grabó cuatro canciones en 2011.
El cantante conoció a Mirta de muy joven. Elio se separó de su primera esposa, con quien tuvo dos hijos, Gabriel y Diego. Con Mirta formó una pareja que duró 43 años y 10 meses. Siempre hubo resquemores y reclamos para Elio de parte de sus hijos debido a su vínculo con Mirta. Los abogados de Peralta contaron que la mujer lo acompañó siempre, incluso en la empresa donde uno de sus hijos trabajó durante 15 años. Todo se desarrolló en una tensa calma hasta 2009, cuando se produjo un atentado contra la vida de uno de los herederos, Diego Wainberg.
Una década de conflictos
El hombre, entonces de 40 años, fue atacado a balazos por el conductor de un vehículo cuando salía de su oficina de Mitre y Cerrito. Recibió dos disparos en el pecho y quedó internado en grave estado en el Hospital Clemente Álvarez. En ese momento, la causa quedó a cargo de la jueza María Luisa Pérez Vara en el juzgado de Instrucción 5ª y allí la víctima y sus familiares apuntaron a Mirta como la instigadora. La investigación nunca tuvo acusados y se archivó. A raíz de esa acusación, y cuando Elio Wainberg aún vivía, Mirta querelló a Diego, situación que finalizó cuando se retractaron y le pidieron disculpas. Diego logró recuperarse de las heridas y cinco años después se mudó a Estados Unidos con su familia.
En 2014 se intensificaron los cruces entre los familiares de Elio. A principios de ese año, Mirta había denunciado que era perseguida y hostigada. Como consecuencia, el 23 de junio, Carlos M. fue condenado en un juicio abreviado a dos años y medio de prisión por el delito de extorsión y tenencia de arma de fuego de uso civil. El investigador fue el fiscal Fernando Dalmau y de todos los expedientes que se abrieron éste fue el único que tuvo un imputado.
Por ese tiempo, Elio y Mirta ya hacía varios años que dividían su tiempo entre Rosario y Uruguay. Además, los abogados de la mujer contaron que el empresario, quien al fallecer tenía 76 años, había manifestado su decisión de radicarse en Uruguay con Mirta. Después de la sentencia por la extorsión, Elio ordenó la confección de dos documentos que incluyeron a Mirta, dicen los abogados de la luego viuda. En uno le confirió a Mirta un poder general para disponer de los bienes integrados en Bomvilán, una sociedad de la que ella es titular y que tenía un activo de ocho departamentos en Punta del Este. En el otro, que fue firmado por el mismo escribano en Buenos Aires, el empresario le cedió acciones de la sociedad First House: en este documento, Mirta posee el 50 por ciento de la casa donde convivió con Elio en el country Kentucky y un departamento en la torre Embarcadero, de Puerto Norte, ambos en Rosario. “La casa es chica tiene un dormitorio, no es una mansión como dicen. Tampoco el departamento”, aclaró Muratti. Por estos dos documentos, los hijos de Elio iniciaron una causa por estafa y falsificación de documento público, debido a que dudaron de la autenticidad de los escritos.
Muerte en vacaciones
A los pocos días, la pareja se fue de vacaciones a México. Era la primera semana de julio cuando Elio se descompensó en una pileta de un hotel en Cancún. Estuvo algunos días internado y finalmente falleció en un sanatorio de ese país. Ojeda y Muratti, abogados de Mirta, contaron en diálogo con El Ciudadano que una de las acusaciones que surgieron por parte de los hijos del empresario fue que el hombre había fallecido en extrañas circunstancias. Sin embargo, mostraron el acta de defunción, donde explican que la causa del fallecimiento fue “un paro cardiorrespiratorio, los días de internación y también lleva una firma de Gabriel Wainberg, el hijo de Elio”, indicaron los letrados.
“Gabriel estuvo allá porque la viuda lo llamó y él firmó el acta de defunción. También fue el que dio la conformidad para la cremación. Después de unos días aparece en los medios una versión donde deslizan que Mirta pudo haber tenido alguna injerencia en la muerte de su esposo”, agregaron los abogados.
Un mes después, el 12 de agosto de 2014, Gabriel sufrió un atentado frente a la salinera de Mitre y Lamadrid. Lo atacaron a balazos y dos impactos lo obligaron a quedar internado. El caso quedó a cargo de la fiscal Marisol Fabbro y la sombra volvió a rondar sobre Mirta. La mujer se presentó ante la fiscal para ponerse a derecho. Pasó cerca de un año en secreto de sumario, hasta que Justicia decidiera no imputar a la mujer y el expediente fuera archivado. “Fue una clara persecución hacia nuestra clienta, ya que no hubo otras líneas de investigación. Mirta se presentó siempre en la Justicia. Estuvieron más de un año investigándola. También hubo escuchas y no le encontraron nada”, indicó Muratti.
Para finales de 2015, Mirta presentó la segunda denuncia en la Justicia ya que una persona en un auto Peugeot 306 la seguía hasta la entrada de su casa en el barrio cerrado Kentucky. Esta causa no tuvo imputados.
En 2016 surgieron novedades en la Justicia no sólo argentina sino también uruguaya. También ocurrió un nuevo episodio: desconocidos desvalijaron el departamento donde Mirta guardaba documentación, en Urquiza al 1800. Esta pesquisa tampoco tuvo acusados.
En abril de ese año, la causa penal que se tramitaba en Uruguay sobre la sociedad Bomvilán fue archivada, mientras que la causa civil fue desestimada el 16 de julio pasado, indicaron Muratti y Ojeda.
Una causa por año
El derrotero judicial que se le presentaba a Mirta cada año no fue la excepción en 2017. En diciembre último, hubo una nueva presentación de parte de uno de los herederos ante la Unidad Fiscal de Delitos Económicos, donde se abrió una investigación por una presunta adulteración de una cesión y de un poder. Esta es la única causa que sigue abierta, aclararon sus abogados.
“La Fiscalía no cotejó ni tomó los recaudos mínimos para acreditar los intereses de los herederos, ni la denuncia de bienes en cuestión, pero decidió de todas maneras dar curso a la denuncia, la que es patrocinada por los abogados y no firman”, describieron los representantes legales de Mirta. Es una referencia a los allanamientos que la Fiscalía efectuó en el departamento de la torre Embarcadero, por First House y Bomvilán. En este último caso los letrados cuestionan que la pesquisa fuera a buscar los poderes cuando la causa penal fue archivada y la civil también fue resuelta favorablemente para su defendida el 16 de julio pasado.
Tras este allanamiento, los abogados hicieron una presentación ante la Fiscalía. “Nos presentamos en diciembre ante la Fiscalía y fueron pasando las audiencias hasta que le dieron fecha para el 8 de mayo pasado. Tres días antes, la audiencia se suspendió y fue ese mismo día que se llevó a cabo otro allanamiento a las propiedades de la mujer”, describieron. Por lo tanto, presentaron un recurso de habeas corpus donde manifiestan el estado de incertidumbre de su clienta.
Persecución
La viuda, a través de sus abogados, indicó que se siente perseguida por los abogados de los hijos de su pareja. Este recurso fue rechazado a finales de julio pasado por la jueza de primera instancia, quien instó a la Fiscalía para que resuelva la situación procesal de la mujer. Esta resolución fue apelada y el juez de Cámara Daniel Acosta revocó tanto el rechazo de hábeas corpus como el pedido de primera instancia a la Fiscalía (le habían dado plazo de 72 horas para informar de la situación procesal). El magistrado solicitó que se vuelva a celebrar la audiencia de habeas corpus, que se realizó este martes.
En esta última audiencia el camarista Acosta emitió un decreto por el que solicitó al MPA que informe en el plazo de diez horas: si se realizan escuchas sobre la viuda, si cuentan con autorización judicial para hacer controles de Migraciones (la mujer denunció que estaba por viajar a Uruguay cuando al pasar por la Aduana del Aeropuerto un empleado le consultó si no tenía que estar en una audiencia). También pidió que informen los motivos de las suspensiones de las audiencias imputativas y que aclare la situación de Mirta, describieron los defensores.
Allí volvió el escándalo. Segundos antes de que arrancara la audiencia uno de los hijos de Elio, Gabriel Wainberg, y su abogado Patricio Lara ingresaron a la sala diciendo que habían sido citados por el tribunal, cuando el motivo de la audiencia tenía que ver con lo que ocurría con Mirta, describió Muratti. “Ellos dijeron ser víctimas del hecho y el abogado pretendió ingresar un escrito en la misma audiencia. Yo pedí que se retirara de la sala y pedí que se informara a través de la Oficina de Gestión Judicial quién había citado a esta gente, porque es otra cosa llamativa que se suma y como estamos acostumbrados a golpes mediáticos temíamos por lo que podía pasar en audiencia”, añadió el defensor. La jueza hizo lugar y ambos se quedaron en la sala, pero como espectadores. En tanto, en la audiencia de hábeas corpus el fiscal reconoció que todo lo vinculado con Uruguay queda fuera de la cuestión, dijo el abogado.
Para Muratti y Ojeda, este es el último trayecto que le toca pasar a su clienta en la Justicia. “Con esta causa fueron por todo: por la casa donde vivió por años con su pareja en el Kentucky y por el departamento en Embarcadero. La Salinera Austral está a nombre de los hijos. En todas las causas que le armaron, la Justicia, no sólo de la Argentina sino de Uruguay, le dio la razón a Mirta. Y para la audiencia de habeas corpus de este miércoles el juez de Cámara nos dio lugar a nuestros pedidos y a la vez solicitó a la Fiscalía que explique la situación de Mirta”, describió Muratti.