El conflicto entre el gobierno nacional y los docentes universitarios sumó un nuevo capítulo este lunes cuando las autoridades del Ministerio de Educación se reunieron en Buenos Aires con los seis gremios universitarios con representación nacional. Fueron a negociar un aumento salarial más allá del exiguo 15 por ciento ofertado en principio y sin cláusula gatillo, pero no hubo desde el lado oficial una propuesta sustancialmente superadora. La cartera educativa sólo les propuso adelantar la última cuota del aumento prevista para noviembre y aplicar ese 4.2 por ciento en septiembre, que se cobraría en octubre. Los docentes lo rechazaron porque sigue representando un 15 por ciento anual, a todas luces por debajo de la inflación prevista, del 24 por ciento acumulada a octubre, según estimaciones optimistas. La negociación pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles y los docentes universitarios mantendrán las medidas de lucha. Continuarán sin clases por una semana más, después de tres semanas de paro. Este miércoles a las 16.30 movilizarán desde la plaza Montenegro hasta el Monumento Nacional a la Bandera, donde habrá un cierre con música de bandas tropicales y el jueves será la marcha federal que en Rosario Coad partirá a las 10 desde el parque Independencia.
Participaron de la reunión representantes de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) y Conadu Histórica, la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), la Unión Docentes Argentinos (UDA), y la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (Fagdut) que pasaron a un cuarto intermedio.
En medio del duro conflicto salarial que afecta el dictado de clases en 57 casas de altos estudios del país, desde el Ejecutivo ofrecieron y admitieron que es poco frente a la inflación. Desde el Ministerio de Educación Nacional propusieron armar mesas técnicas para analizar incrementos salariales que superen la actual oferta. La propuesta del gobierno a los sindicatos docentes fue de un 5 por ciento en mayo, un 5,8 por ciento en agosto y un 4,2 por ciento para septiembre, que estaba prevista para noviembre, pero lo iban a cobrar en octubre si accedían al acuerdo paritario. En total, representaba un aumento cercano al techo del 15 por ciento. Los gremios habían pedido un 30 por ciento más una cláusula gatillo.
“Sostenemos la medida de fuerza porque el gobierno no brindó una respuesta satisfactoria a nuestros reclamos. También porque nos encontramos en un momento de ascenso de la movilización que demostró ser la única forma de hacer visible la situación de las universidades nacionales”, dijo Laura Ferrer Varela, secretaria general de Coad. “Los docentes de la UNR junto a toda la comunidad seguimos en las calles para defender a la universidad pública ante el desprecio y el ajuste del gobierno nacional. El paro universitario sigue”, agregó.
El secretario general de Conadu, Carlos De Feo, anticipó que de no llegar a una resolución, el paro continuará la semana que viene. “Desde el ministerio tienen que entender que no tenemos tiempo y necesitamos llevar una respuesta a los docentes. Hace casi siete meses que discutimos las paritarias y recién ahora, después de las enormes movilizaciones, el gobierno decidió sentarse y atender uno de los conflictos más grandes que vive el país”, señaló.
El secretario general de Conadu Histórica, Luis Tiscornia, aseguró que los gremios docentes quieren “mantener mínimamente el poder adquisitivo de los salarios” y ratificó la marcha nacional para este jueves desde el Congreso hasta la sede del ministerio de Educación.
El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, reconoció que el 15 por ciento que ofrecieron meses atrás es poco y dijo que desde el miércoles a las 10 en la sede de la cartera nacional se reunirán con los docentes. “La reunión fue un avance. Hay un reclamo que consideramos legítimo y a partir del miércoles vamos a comenzar a resolver. Tenemos que dar el mejor aumento y los maestros tienen que entender el marco de restricciones en el que estamos negociando”, dijo el ministro en una conferencia de prensa después de la reunión de este lunes. Finocchiaro negó que exista un ajuste en el presupuesto para educación y para las universidades públicas. “No hay ajuste en el marco del acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional). No hay obras comenzadas que se hayan suspendido en las universidades ni hubo subejecución de fondos en ningún aspecto”, aseguró.
El reclamo
La medida de fuerza contra el ajuste empezó el 6 de agosto contra la oferta del gobierno de aumentar un 15 por ciento en cuotas sin incluir la cláusula gatillo. Según publicaron en el sitio web de Conadu, el acuerdo paritario del año pasado venció el 28 de febrero, y el salario sólo aumentó un 5 por ciento otorgado por el gobierno a cuenta de futuros aumentos. También explicaron que a la demora en el envío de las partidas mensuales del presupuesto universitario votado por el Congreso para 2018 de 103 mil millones de pesos, se sumó el anuncio del gobierno de un recorte superior a los tres mil millones de pesos. Como casi el 90 por ciento del presupuesto va al pago de salarios, la quita afecta un 23 por ciento de los fondos para el funcionamiento del conjunto del sistema. Ante la falta de acuerdo, los gremios docentes hicieron clases públicas, asambleas, abrazos solidarios a las universidades, marchas locales y paro en las universidades y escuelas dependientes.