Tras inspecciones de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) en el sector molinero-aceitero de la provincia, de detectó que una de las aceiteras más importantes del país –cuyo nombre no trascendió en el informe– registraba “inconsistencias” en los datos entre los movimientos de granos y las declaraciones juradas en la Afip del último cuatrimestre.
Fueron auditadas dos industrias en las que se constataron inconsistencias en los movimientos de granos y comercialización de subproductos con operadores no matriculados en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (Ruca).
Luego de un informe preliminar de la Oficina de Gestión de la Información de la DNCCA y de la inspección de una de las aceiteras más grandes del país, surgió que la firma registraba inconsistencias de información entre el registro de movimientos y existencia de granos de la Afip y las Declaraciones Juradas (DDJJ) de movimientos de granos en los últimos cuatro períodos mensuales.
Fue intimada a regularizar la situación bajo apercibimiento de que la falta es pasible de suspensión de la matrícula.
En Venado Tuerto y Rosario fueron inspeccionados de forma simultánea uno de los molinos harineros más importantes de la provincia, las dos plantas de acopio que lo abastecen de trigo y un depósito mayorista que también es propiedad de la firma.
Se constataron innumerables infracciones a la normativa vigente como lo son comercializar harina con mayoristas de Mendoza, San Luis, Santiago del Estero, Buenos Aires y Misiones no matriculados en Ruca, haberse encontrado fallas en los controladores fiscales de molienda no denunciadas a la DNCCA oportunamente.
También se detectó que asentaban datos no veraces en los libros oficiales en las registraciones de pasaje de trigo de uno de los acopios a la planta industrial.
Se intimó al molino a regularizar la situación, no obstante la empresa queda sujeta a recibir las sanciones que correspondan.
El trabajo de cruzamiento de datos entre DDJJ de movimientos y los libros oficiales, sumado a la fiscalización, evidencia distorsiones en el stock de granos que impiden conocer la producción e industrialización de los mismos, elemento esencial para el buen funcionamiento de los mercados, se dijo.