En abril pasado, un crimen mafioso conmocionó a vecinos de Granadero Baigorria. Tres hombres fueron acribillados con más de 30 balazos antes de bajar del auto, a las cuatro de la tarde de un lunes. Entre las víctimas estaban los hermanos Ezequiel “Parásito” y José Horacio “Grasita” Fernández, de 28 y 33 años. Este domingo, Nahuel, un hermano menor de 26, desapareció. Su familia presentó un pedido de paradero donde informó que el muchacho salió rumbo a la casa de su novia, en Funes, y nunca llegó. Desde la Fiscalía dijeron que se activó el protocolo de búsqueda.
El triple crimen donde mataron a dos de los cinco hermanos Fernández ocurrió el 16 de abril pasado en barrio Martín Fierro de Granadero Baigorria. Los agresores aguardaban en un auto en el que huyeron luego de disparar. En el asiento de conductor del Chevrolet Corsa color gris quedó Gerardo Abregú, alias Abuelo, acribillado segundos después de estacionar el vehículo en la vereda. La misma suerte corrieron sus dos acompañantes José Horacio Fernández y su hermano menor Ezequiel, quien por entonces tenía una captura por un secuestro extorsivo de septiembre de 2017, que según la investigación judicial ordenó el líder de la banda Los Monos, Máximo Ariel “Guille” Cantero, desde la cárcel. Por ese hecho Guille fue procesado.
Triple crimen: 27 vainas servidas y un encendedor en la mano
Nahuel, el joven desaparecido este domingo, también fue investigado por el secuestro pero recibió falta de mérito. No obstante, en uno de los allanamientos ordenados por el juez federal Carlos Vera Barros, quien buscaba a su hermano Parásito, le encontraron en su casa de José Ingenieros al 3600 dos chalecos antibalas, una pistola ametralladora marca Halcón con inscripción de Gendarmería Nacional, tres pistolas 9 milímetros y varias cajas de balas. Los investigadores insinuaron que en ese domicilio estuvo la persona secuestrada, por error. Es que según las escuchas telefónicas, la víctima del secuestro no resultó ser la buscada sino el hijo de un carnicero de barrio, que terminó comprando su libertad por un par de kilos de asado.
Luego del brutal triple crimen, la desaparición de Nahuel no puede más que preocupar a sus seres queridos. Su familia denunció que el domingo a la tarde salió de barrio Emaús rumbo a Funes, a la casa de su novia, pero nunca llegó. Sobre los tres homicidios donde mataron a dos de sus cuatro hermanos, el fiscal Florentino Malaponte no adelantó más hipótesis de que se trató de un crimen mafioso, posiblemente vinculado a la venta de estupefacientes, y por encargo. Por entonces, uno de los abogados de la familia Fernández desvinculó sus vínculos con la banda Los Monos.
En 2015, Grasita Fernández pasó un tiempo en la cárcel por una causa en la que finalmente fue declarado inocente. Se trata del asalto al banco municipal de Empalme Graneros, que el 8 de mayo de 2015, que les dejó a los asaltantes un botín de dos millones de pesos.
La tercera víctima de Baigorria fue el Abuelo Abregú, quien no tenía cuentas pendientes con la ley, aunque había sido el chivo expiatorio de tres homicidios. En septiembre de 2015, cuando una pareja de adolescentes, Julieta Sosa y Diego Durán, de 16 y 17 años, asesinada en barrio Santa Lucía. También por el crimen del Topo Acosta, sindicado como el autor de los disparos que mataron a los adolescentes. Pero la Fiscalía se bajó de la acusación. Por último lo vincularon con la muerte de Juan Alberto Jaime, de 19 años, en 2015 en barrio Emaús. Pero nunca encontraron pruebas.