El dólar voló esta semana y, como suele suceder en este país, la suba se verá reflejada en el supermercado. La moneda norteamericana aumentó cerró esta semana a 39 pesos en Rosario para la venta. Economistas rosarinos coinciden: la inflación superará cómodamente el 45% en 2018.
Con salarios que no aumentaron más del 20% (salvo raras excepciones), la pérdida del poder adquisitivo de 2018 es la más grande desde la devaluación de comienzos de 2002, durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde. Esa megadevaluación se cargó al entonces ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
El presidente Mauricio Macri enfrenta hoy el momento más dramático de su gobierno y hasta se especula con la renuncia del jefe de Gabinete, Marcos Peña, de los principales hombres de confianza del líder de Cambiemos.
El componente importado de los productos nacionales hace que cualquier suba del dólar se traslade a precios. Pero este impacto se profundiza en los productos de primera necesidad. “En alimentos, el traslado a precios siempre fue total y en muchos casos superior. Las grandes cadenas de supermercados se aprovechan de que es un producto de primera necesidad; lo último que la gente deja de consumir”, señaló el economista rosarino Federico Fiscella a El Ciudadano.
Los últimos datos del Indec muestran una inflación de 19,6% desde enero hasta julio, mes que se ubicó en un 3,1%. En agosto, los precios recién terminan de acomodarse a la devaluación de mayo. Por lo que los aumentos más fuertes se reflejarán recién en septiembre.
Según el economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, Cristian Nieto, a partir de septiembre y con esta nueva devaluación, la inflación subirá más del 4% por mes.
Tanto Fiscella como Nieto coinciden en que la inflación superará el 45% “cómodamente” en 2018. “Hay que ver hasta qué precios pueden sostener el aumento los comerciantes, porque además habrá una recesión. El dólar empuja para arriba y la recesión para abajo”, analizó Fiscella.
Nafta al fuego
El segmento en el que la devaluación impactará directamente es el de los combustibles, arrastrando a la suba los costos del servicio de transporte urbano y de carga, y en consecuencia a la población.
Vale mencionar que los precios de las naftas en el país están atados a la cotización internacional del petróleo. Desde octubre de 2017, cuando el gobierno nacional autorizó la liberación del precio de los combustibles, no paran de aumentar. El litro de nafta premium de YPF se encareció en lo que va del año un 42%, y en los surtidores ya supera los 40 pesos.
En el ring
El Banco Central intervino para frenar el alza del dólar, llevando la tasa al 60%. Esta cifra hace inviable la toma de crédito y la inversión productiva.
El economista Salvador Di Stéfano instó al gobierno a “solucionar esta situación dramática inmediatamente”, porque si no “habrá una pérdida masiva de empleo”. “El presidente Macri debe deponer sus actitudes soberbias y convocar a un gran acuerdo social”, manifestó.
El economista comparó la pugna entre el gobierno y el mercado con una pelea de boxeo. “Es un golpe por golpe. El mercado compra dólares y el gobierno sube la tasa de interés. El mercado vende títulos argentinos y el gobierno sube los encajes. En esta pelea pierden los dos, pero la que más pierde es la gente”, dijo Di Stéfano a El Ciudadano.