La sonoridad del Río de la Plata, los géneros populares que marcaron su impronta desde los tiempos de la inmigración, entre los trastos de los patios de los viejos conventillos y sus historias de amores, desamores, alegrías y tristezas, son los que aparecen en primer plano en la propuesta musical de El Yotivenco, término lunfardo que deviene de “Conventiyo”, dicho así, con “y”. Precisamente, esos “estilos criollos” son los que reúne el cuarteto de guitarras que encabeza el actor y músico Rodrigo de la Serna, que esta noche se presenta en Rosario junto a Juan Hermelo (guitarrón), Blas Alberti (guitarra) y Fabio Bramuglia (guitarra).
“La última vez que estuvimos en Rosario, en 2015, estábamos retomando un poco la actividad musical con El Yotivenco; fue en el querido, recordado y entrañable bar Olimpo, de Mendoza y Corrientes, donde tuvimos encuentros y tertulias musicales muy interesantes, porque lo que pasaba en ese bar era maravilloso, y es una pena que ahora esté cerrado, como también La Chamuyera; eran lugares de un gran intercambio que tenían una bohemia que en Buenos Aires ya no se ve; eran refugios para los artistas”, dijo De la Serna casi a modo de presentación y evocando un tiempo no tan lejano, pero claramente muy distinto al presente.
Adiós a “Estilos criollos”
El cuarteto tomó la decisión de despedirse de Estilos criollos buscando otras sonoridades y recorridos musicales que se corran de ese exitoso repertorio en el que conviven tangos, milongas, chamarritas, gatos cuyanos, rasguidos dobles y candombes.
“Hace unos cuatro años que empezamos a transitar este repertorio por distintos escenarios del país, y ahora es tiempo de despedirnos; es a cuatro guitarras, a diferencia de lo que hacíamos al comienzo (el grupo de originó en 2005), con percusión y más avocados a la murga y el candombe. Este espectáculo, en cambio, buscó abarcar la diversidad estilística criolla y genérica, ya no hacíamos sólo milonga, tango y candombe, sino que a partir de Estilos criollos nos abocamos también a los gatos cuyanos, a las zambas, a los rasguidos dobles, a las chamarritas; intentamos abarcar esa vastedad geográfico-musical tomando a la guitarra como eje, como centro. Y ahora estamos en el final, pero es un repertorio que nos ha dado muchas satisfacciones: lo depuramos y mejoramos mucho y estamos viviendo una especie de climax artístico y musical”, dijo el músico y actor, que viene con el cuarteto de llenar el porteño teatro Ópera, “con un espectáculo que va un poco a contramano de lo que se impone en la industria cultural de la calle Corrientes”, según expresó con ironía.
Entre muchas ideas que circulan en el grupo, De la Serna, que viene de brillar en El Lobista y de terminar una película en España luego de un largo tiempo de gira teatral junto a Pompeyo Audivert en El Farmer, tiene en carpeta un espectáculo que transcurre en un conventillo, provocando el cruce ineludible entre el actor y el músico.
“Esa idea la tengo en la cabeza y en el corazón hace unos cuantos años; ojalá le podamos dar forma. Me gustaría contar las historias de los conventillos de antes pero también la de los de ahora, porque las cosas han cambiado, más allá de que la cultura argentina ha estado siempre acompañada por el teatro, la actuación con la música; el Circo Criollo con las milongas camperas, el sainete con el tango de la Vieja Guardia y el grotesco con las grandes orquestas; me gustaría mucho intentar algo así, bien a lo grande”, dijo el actor que se divirtió con Lombardo en El Puntero. Pero también, el que sintió una pasión que se le desbocó en el pecho, y le dejó “un brillo de orgullo en el corazón” cuando tuvo la oportunidad de dar vida al general San Martín en el cine, o en teatro, “colaborar con uno de los más grandes creadores de la historia de este país, el maestro Pompeyo Audivert, en El Farmer”, y poder dar forma a ese texto extraordinario de Andrés Rivera. “Son recuerdos que quedan, son hitos en mi vida artística”, rememoró.
De la Serna, de 42 años y con un gran presente en la actuación que trasciende las fronteras del país, comenzó sus estudios de guitarra a los 18, “siempre intentado mejorar mi técnica”. Al mismo tiempo, buscó poner en palabras esa mixtura entre el actor y el músico: “El actor está siempre, hay una frontera que no está tan clara entre el actor y el músico; el actor es el que cuenta esa historia, ese recorrido que va de las milongas camperas a las ciudadanas, y del centro, con el tango, remontando el Paraná hacia arriba con las chamarritas, y cruza a Uruguay donde aparece la figura enorme del poeta y músico Alfredo Zitarrosa, y seguimos con los rasguidos dobles y las litoraleñas, y después cruzamos rumbo a Cuyo, con los gatos cuyanos, y después nos vamos hacia el norte para bajar al final por el Río de la Plata con los candombes. Así salimos a la calle, en el final, con muchos músicos locales que nos van a estar acompañando; en ese recorrido, el que va narrando es también el actor, sobre todo cuando apelo a lo dramático del tango, a lo más profundo, o a la picaresca tan vertiginosa que tiene la milonga, más allá de que siempre soy yo, Rodrigo, el que oficia un poco de maestro de ceremonia”.
Homenaje a la Patria
“Con el espectáculo le hacemos un homenaje a esa Patria que no reconoce fronteras, es como una gran Patria cultural”, expresó, dejando en claro su fuerte compromiso en el campo de lo político y lo social, en un tiempo de una gran complejidad.
“Lamentablemente, tengo que decir que lo que pasa no me sorprende para nada”, expresó con vehemencia en relación con la situación que atraviesa el país. Y completó: “Este es un guión, es como los actores que seguimos guiones, y como en este caso se repiten, porque lo que está pasando es algo que estaba cantado; ahora, la alevocidad de lo que pasó por ejemplo con la disolución de algunos ministerios me sorprendió un poco. Pero lo que está pasando ya pasó muchas veces, tengo 42 años y cuántas veces recurrimos al FMI…, es muy preocupante lo que sucede, más allá de que yo ya estaba prevenido. De todos modos, me imagino cómo estará la gente que sí está sorprendida con todo esto. Pasaron cosas terribles, la política es muy sucia en algunos aspectos, y la oposición no está mostrando una actitud muy fuerte, la CGT, que en otros tiempos hacía paros, ahora no dice demasiado. La actitud del gobierno es muy insensible y de una gran provocación, quisiera que no suceda nada malo, pero de pasar, sería muy trágico porque estaríamos repitiendo la historia una vez más”.
Para agendar
Rodrigo de la Serna y el Yotivenco se presentan este viernes, a partir de las 21.30, en el teatro Broadway, de San Lorenzo 1223, con entradas populares que van de los 350 a los 600 pesos.