Axion dio el puntapié inicial: este sábado incrementó un 8 por ciento promedio sus combustibles y abrió el camino para el resto de las compañías, que acompañarán con sus propias subas entre el domingo y el lunes, en porcentajes cercanos.
El sustento de las petroleras es la política sectorial puesta en marcha en los inicios de la gestión Cambiemos por el ex ministro de Energía –cartera ahora degradada a Secretaría– Juan José Aranguren. La suba en la cotización internacional del petróleo y la devaluación del peso frente al dólar están atados a los precios internos por decisión del gobierno. En un principio, se habló de subas más atenuadas en atención al contexto recesivo del país, del orden del 3 o 4 por ciento, antes de los nuevos anuncios que virtualmente dejan libre el valor de la divisa.
Los productos estándar de Axion, como la nafta súper, subirá 8,8%. La premium, 7,6%. La diferencia sigue la dinámica del consumidor para pegarle de nuevo en el bolsillo, a sabiendas de que se pasa de los combustibles más caros a los más económicos. El diésel común pega un salto de 7,9% y el premium, de 6,5%.
La última suba de los combustibles fue de 12%. Esa suba incluye el seguimiento de la devaluación y un nuevo precio por el biodiésel que las petroleras incorporan.
«Sin duda que este nuevo incremento, sumado al 12 % que se había dado en la primera semana de septiembre, resulta bastante difícil de aceptar, es casi un 23% dentro de un mismo mes. Creo que es momento de que la secretaría de Energía, como órgano interventor de la actividad, tome algún tipo de medida para tener un poco más de previsibilidad porque este ritmo incesante de aumentos, si bien por un lado refleja mayor rentabilidad para el estacionero, puede acentuar la caída de ventas y la situación se tornará difícil», se quejó a medios porteños Carlos Gold, presidente de la cámara que agrupa a los dueños de estaciones de servicios, Cecha.
Javier Iguacel, sucesor de Aranguren aunque como secretario del área, siguió con el discurso oficial: «En términos reales, los combustibles argentinos están hoy más baratos que en toda su historia, o al menos de los últimos 20 años, y mucho más que en la región, pero hay un margen para discutir competitividad“, dijo sin pestañear el funcionario a la radio La Red.
