Tal como sucediera cuando se discutió la reforma tributaria en 2017, el gobierno nacional vuelve a la carga con el intento de imponer el impuesto a las Ganancias a las instituciones de la economía social. Si bien en aquel momento la medida que finalmente no se concretó, ahora, con el proyecto de Presupuesto 219, desde Economía vuelven a plantear el objetivo que contenía la norma del año pasado, donde se plantea gravar a las mutuales y cooperativas.
La cuestión de fondo es que pretender imponer ese tributo a cooperativas y mutuales, el gobierno de la alianza Cambiemos insiste en desconocer la naturaleza jurídica de estas entidades y de algún modo apuntalar la recaudación para alcanzar el mentado “déficit cero”.
En este marco, los representantes del mutualismo argentino, con la presentación de un inminente documento, volverán a insistir que eliminar las exenciones sería limitar la función social que las mutuales cumplen en sus comunidades. La base del texto es el trabajo realizado el año pasado por la Confederación Argentina de Mutualidades, donde se demuestra que lo que el sector aporta a las comunidades, es mucho más que lo que se pretende recaudar a través de imponerles el impuesto a las Ganancias.
Esta vez, la intención del gobierno nacional es que el tributo sólo gravaría a cooperativas y mutuales dedicadas a actividades financieras y de seguros, pero hay una gran cantidad de mutuales que prestan los servicios de ayuda económica y de seguros, con lo cual casi todas quedarían incorporadas al gravamen.
El argumento que se plantea desde economía para sostener el tributo, es que como Ganancias es un impuesto coparticipable, parte de la recaudación del nuevo gravamen llegaría a las provincias y compensaría la pérdida por la eliminación del Fondo Federal Sojero.
En defensa propia
Desde el sector mutualista, el presidente de Confederaciones Mutuales Argentinas, Alejandro Russo, salió al cruce de la iniciativa oficial. En declaraciones al portal Prensa Mutual, Russo diagramó el mapa para ir en busca de un nuevo rechazo: “Tenemos que comenzar a transitar los mismos pasillos que transitamos el año pasado. Evidentemente, el gobierno nacional tiene un objetivo: que todo el mundo pague Ganancias, sin importarle la naturaleza jurídica de nuestro sector. Es decir, considera que somos sociedades anónimas”.
Y agregó: “Comenzaremos a hablar con los legisladores. Nuestro sector va a utilizar las mismas herramientas de defensa que el año pasado, trabajaremos en forma ordenada en el marco del respeto de nuestros derechos. Lo diputados saben perfectamente el aporte que las mutuales efectúan a la comunidad, con lo cual lo que el Estado pretende recaudar del mutualismo es considerablemente inferior a lo que nuestras entidades aportan a la sociedad argentina”.
En este contexto, puso especial énfasis que “si es un problema de caja lo que el Estado tiene, tendrá que pensar entonces, en el caso de que se aplique el impuesto a las Ganancias a las mutuales, cómo va a financiar lo que las mutuales le están brindando hoy a la comunidad”.
“Somos optimistas con respecto al desenlace de esta situación. Confiamos en que todos los diputados que el año pasado nos apoyaron con esta cuestión y que ya tienen bien clara la función que cumplen las mutuales y las cooperativas, volverán a apoyarnos este año frente a la insistencia del Gobierno de desconocer nuestra naturaleza jurídica”, remarcó Russo.
En la misma línea, se expresó el secretario ejecutivo de la Federación de Mutuales Santafesinas, Oscar Rozas. “Es una medida que va en contra de la naturaleza misma de las mutuales porque tenemos exención desde principios de década del 70 y es porque los excedentes que obtenemos no se distribuyen entre los asociados, sino que se reinvierten, pero por otro lado nuestras entidades asisten a otras mutuales”, explicó el dirigente a El Ciudadano.
Y agregó: “El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, conoce nuestra realidad se ha expedido a favor de nosotros, por el desarrollo que tiene el sector cooperativo y mutual de nuestra provincia”.
Como sea, tal como el año pasado, queda por delante una dura disputa, que por encima de lo estrictamente económico, queda claro que lo que debate es el modelo económico.